La imagen está en un santuario ubicado en el pueblo mágico de Xicotepen de Juárez

Enclavado en la Sierra Norte de Puebla está el municipio de Xicotepec. Es uno de los nueve Pueblos Mágicos de este estado. Aquí está la Virgen de Guadalupe más grande de México. Tiene una base circular de 3 metros. La imagen mide casi 20.  

Dicen que «La Morenita» escogió el cerro del Tabacal, como lo hizo con el del Tepeyac, para tener su nuevo Santuario. Cuentan que hace más de 12 años, estaba proyectada la construcción de una escuela en este lugar; pero ella tenía otro plan.

El director de Turismo Municipal de Xicotepec de Juárez,  Leonel Quiroga, comentó la historia de esta imagen: » los vecinos, y los albañiles y los padres de familia, al estar excavando, encontraron una piedra, a donde se refleja la imagen de la Virgen de Guadalupe, como si hubiera sido esculpida, como la tenemos aquí en mi espalda».

Con esta señal, los vecinos tomaron la decisión de construir el inmueble religioso. La escultura de cemento y acero de 200 toneladas de peso, quedó a cargo de Miguel Vargas Martínez. La obra empezó en 2006 y concluyó el 5 de diciembre de 2010.

En tanto, Herberto Carvallo, presidente Comité de Escultura Monumental, explicó que un año después se construyó la plazuela, «era un espacio muy reducido donde estaba la imagen. Se puso ahí por la altura. Ustedes aquí pueden ver el panorama que tenemos acá abajo. De cualquier espacio de Xicotepec se aprecia la imagen».

Más de dos millones de pesos, requirió la construcción de la escultura monumental de la Virgen de Guadalupe. El dinero fue aportado por la feligresía. No hubo recursos del ayuntamiento, ni tampoco de la Iglesia Católica. Para hacerse de dinero fueron rifados tres vehículos.

Este 5 de diciembre, como desde 2010, cuando fue inaugurada, hubo banda de música y cohetes. Diferentes peregrinaciones llegaron a El Tabacal. También una procesión, la cual partió de la Iglesia de San Juan Bautista, en el centro de Xicotepec.

Uno de los peregrinos que asisten con frecuencia a este lugar, Clemente Hernández Rivera, narró su experiencia: «como decimos nosotros: muchos viene a venerar a la santísima, que nos hicieron el favor de hacerla en nuestra tierra, que nosotros que estamos cerca no le prestemos atención o que no la veneremos».

Después del festejo de aniversario, en, para la fiesta de la virgen, para otra fiesta, desde lo alto del Tabacal.

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