La presencia de Plomo y arsénico en la cuenca del alto Atoyac, sí es causa de leucemia, advierten


El plomo y el arsénico que hay en el agua que corre en toda la cuenca alta del Atoyac es causa de leucemia, en tanto que las bacterias que se han detectado en la Planta Alseseca son resistentes a 12 antibióticos por lo que las enfermedades contraídas por el contacto con dicha agua, es prácticamente incurable y mortal. con base en ello se calculó que hay 11 mil 143 personas en riesgo de morir por estar en contacto con el río.

Lo anterior, son algunas de las conclusiones que se presentaron por investigadores de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), al participar en el Simposio «Efectos de la Contaminación del Río Atoyac en la Salud Humana», organizado por la asociación civila «Dale la Cara al Río», y desarrollado en el auditorio del Hospital Ángeles, de la ciudad de Puebla.

El doctor en Ciencias, Andrés Múñoz García, que es coordinador académico del Centro de Detección Biomolecular de la Buap, precisó que una de las bacterias presentes en el agua del río y que también se puede encontrar en la presa y los canales que distribuyen el liquido para riego es la E. Coli que tras someterse a pruebas, se ha detectado que es inmune a 12 antibióticos, por lo que no se puede eliminar ni con ampicilina, trimeteopina, oxcicilina, por mencionara algunas sustancias.

También se han encontrado sedimentos relacionados con la exhalaciones del volcán Popocatépetl, cuya composición es semejante al de la ceniza del Coloso. De estos sedimentos minerales, hay dos compuestos peligrosos para el ser humano y su salud, destacó el cadmio y vanadio. «En el Alto Atoyac, en Tlaxcala, también se reportan concentraciones peligrosas de plomo y arsénico.

En tanto, el coordinador estatal de los servicios médicos en Cruz Roja Mexicana, delegación Puebla, afirmó que hay enfermedades atribuibles a la contaminación de la cuenca del río Atoyac. Citó  que las familias que viven junto al rio y respiran los tóxicos, sobre todo el Benceno y Tolueno, daña el cerebro, lo que también se tiene con efectos negativos con mercurio, sustancia también presente en el río.



Otro de los ponentes, Gabriela Pérez Castresana, investigadora de ciencias agrícolas de la Buap, indicó que el agua del Atoyac corre en caudales abiertos en zonas agrícolas dónde es usada para el riego. Sus investigaciones refieren que los trabajadores andan descalzos sin mayor protección. «La exposición es elevada», alertó al mencionar que además de los seres humanos, los animales también sufren efectos de la contaminación. «Abren potreros para que los animales tomen agua de ahí»..

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