Aunque llegó al mercado hace una década como un dispositivo médico con una promesa tentadora: capaz de congelar y eliminar sacos de grasa persistentes de forma rápida, indolora y sin cirugía; ahora se sabe que el dispositivo llamado CoolSculpting puede provocar graves desfiguraciones.

CoolSculptingllegó a un sector de la belleza ya saturado que vendía vientres más planos y mandíbulas más marcadas, pero contaba con una ventaja: comentado pedigrí científico.

La investigación que sustentaba su desarrollo se había realizado en el laboratorio del principal hospital universitario de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, un detalle que aparecía a menudo en las noticias y los programas de entrevistas.

El discurso funcionó. Las máquinas CoolSculpting son ahora habituales en las consultas de dermatología y cirugía plástica, así como en los spas médicos. Esta tecnología ha generado más de 2000 millones de dólares en ingresos.

La criolipólisis, el término técnico con el que se conoce el procedimiento, consiste en colocar el dispositivo en una zona concreta del cuerpo para congelar las células adiposas. Los pacientes suelen someterse a varios tratamientos en la misma zona. En los casos exitosos, las células mueren y el cuerpo las absorbe.

CoolSculpting y sus graves efectos secundarios

Pero en algunos otros, el procedimiento provoca graves desfiguraciones. La grasa puede aumentar de tamaño, endurecerse y alojarse en el cuerpo, a veces incluso adoptando la forma del aplicador del dispositivo.

Este efecto secundario, denominado hiperplasia adiposa paradójica, suele requerir cirugía para corregirlo. “Aumentó, no redujo, mis células grasas y me dejó permanentemente desfigurada”, escribió la supermodelo Linda Evangelista en 2021 sobre su experiencia con CoolSculpting.

Allergan Aesthetics, una unidad del gigante farmacéutico AbbVie que ahora es propietaria del dispositivo CoolSculpting, dice que estos casos son muy poco frecuentes y ocurren en 0,033 por ciento de los tratamientos (alrededor de uno en 3000).

Pero un análisis de The New York Times —que se basa en documentos internos, demandas, estudios médicos y entrevistas— indica que el riesgo para los pacientes puede ser bastante mayor.

La empresa detrás de CoolSculpting ha pagado a consultores que han escrito sobre los bajos riesgos de hiperplasia adiposa paradójica en revistas médicas y canales en línea.

También le ha impedido a los pacientes hablar del problema mediante la firma de acuerdos de confidencialidad y, en algún momento, dejó de informar sobre el efecto secundario a los reguladores federales después de que un auditor de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés) determinara que no podía calificarlo como una lesión seria o que pusiera en riesgo la vida.

Foto: Especial

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