Las regiones del sur y centro del país, incluyendo a Puebla y Tlaxcala, tienen las peores condiciones económicas y sociales para participar en el proceso de nearshoring, considerado como la relocalización de las cadenas productivas desde otros lugares del mundo hacia países y estados con cercanía geográfica. 

De acuerdo con el informe «Nearshoring: oportunidad que desafía a las entidades mexicana», que publica este miércoles el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la inversión depende de la apertura de las brechas económicas y sociales que persisten en los estados, tales como mejores viviendas, acceso a servicios básicos, disminución de la informalidad, uso sustentable de los recursos y su saneamiento y mejores salarios. 

Esto responde a una lógica del IMCO basada en que el desempeño de la actividad económica y la atracción de la inversión deben tener una estructura económica social moderna, con redes de infraestructura para suministro de recursos, rutas de transporte que conecte a las empresas con los trabajadores. 

Por ello, el IMCO analizó 15 indicadores socioeconómicos relacionados con el mercado laboral, la disponibilidad de insumos básicos, infraestructura y marco regulatorio. 

Los resultados indican que Tlaxcala tiene una de las manos de obra más robustas con una fuerza laboral potencial de 15 por ciento disponible de la PEA, sin embargo, esto indica que la entidad tiene niveles de desocupación altos y, por lo tanto, derechos sociales débiles.

Por su parte Puebla tiene un 10 por ciento de disponibilidad de la mano de obra y ocupa el lugar 10 con el mayor nivel de desigualdad de su mercado laboral. 

«No solo importa que haya población dispuesta a emplearse sino también que las condiciones laborales sean adecuadas para garantizar a los trabajadores el pleno ejercicio de sus derechos laborales y propiciar que las empresas se beneficien de una mayor productividad», refiere el IMCO. 

A esto se suma la pobreza laboral que coloca a Tlaxcala y Puebla en las posiciones cinco y siete a nivel nacional. Además, las entidades tienen niveles medio-bajo en mano de obra calificada con estudios universitarios especializados en las nuevas carreras para la industria y la menor tasa de escuelas, en el caso de Tlaxcala, para la capacitación técnica. 

Por último, el IMCO analizó la condición de las viviendas y acceso a servicios que son aspectos para el establecimiento de empresas. En este aspecto, Puebla y Tlaxcala tuvieron niveles medios de hacinamiento, carencia de servicios como el drenaje y con nivel medio en transporte público que impide la movilidad de insumos y trabajadores. 

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