La justicia federal retiró la suspensión provisional que impedía la perforación del pozo Pavigi en San Miguel Xoxtla, lo que constituye un primer fallo favorable para el ayuntamiento en su intención de avanzar con el proyecto hídrico planeado en la unidad deportiva del municipio.
En entrevista con La Jornada de Oriente, la presidenta municipal de San Andrés Cholula, Guadalupe Ortiz señaló que este avance jurídico permite al municipio continuar sus gestiones administrativas y trabajos de preparación, aunque aún está pendiente la resolución sobre una suspensión definitiva, por lo que el litigio sigue su curso mientras se revisan argumentos y documentación.
Añadió que, pese a este fallo favorable, los trabajos de perforación permanecen detenidos como parte de los acuerdos para mantener la paz en el municipio y evitar confrontaciones con los grupos que se oponen a la obra.
Cabe mencionar que activistas han señalado que del agua que se extraería del pozo Pavigi, el 50 por ciento sería para abastecer a la ciudad de Puebla, lo cual recurrentemente ha negado la edil.
Aseguró que en actas de cabildo, minutas ante la Secretaría de Gobernación y documentos protocolizados ante notario quedó establecido que el uso será exclusivo para San Miguel Xoxtla, con el fin de atender el déficit interno de agua potable.
Por otra parte, Ortiz confirmó la falta permisos de de Conagua para tres pozos municipales, entre ellos el de Pavigi: “Efectivamente no hay un título de concesión de estos, lo que nos ubica en un estado de irregularidad; de hecho en su momento nos fuimos a presentar ante la Conagua mencionando la situación en la que nos encontramos y que, si en su momento se determinara hacer una clausura de los espacios, también nosotros no nos oponemos, todo lo contrario”.
La alcaldesa indicó que al inicio de su administración existía certeza de que había un título de concesión, debido a que el municipio llevaba más de 10 años pagando derechos de extracción y descarga ante Conagua con base en un título de agua superficial.
Sin embargo, al revisar la documentación comprobaron que ese título no corresponde a la realidad de San Miguel Xoxtla, donde el abasto proviene de pozos profundos que nunca han tenido concesión específica, lo que dejó el proyecto en un limbo jurídico.
Para revertir esa situación, Ortiz explicó que los trámites de regularización comenzaron en abril, cuando el ayuntamiento entregó a la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento de Puebla (Ceaspue) un cuadernillo de proyectos que incluye la sustitución del pozo en Pavigi. A partir de entonces se iniciaron gestiones ante Conagua para revisar los títulos existentes, solicitar en la línea de captura para los nuevos permisos y entregar información técnica, de modo que el proceso avanza conforme a los tiempos que marca la autoridad federal.
La presidenta indicó que el desabasto estructural de agua que afecta a 40 por ciento de la comunidad, cerca de 6 mil personas. De acuerdo con sus datos, el municipio tiene un padrón de entre 12 mil y 14 mil habitantes, pero suma una población flotante cercana a 8 mil personas, por lo que en la práctica viven alrededor de 20 mil residentes, muchos de ellos en las orillas del pueblo, en casas donde pueden concentrarse hasta 20 personas.
La edil advirtió que, si el pozo Pavigi no se concreta, el déficit puede duplicarse, ya que el pozo 3, que aporta un volumen similar al que se pretende sustituir, tendría que compensar la demanda y quedaría rebasado.
Insistió en que el problema no es la falta absoluta de agua, sino la ausencia de infraestructura, mantenimiento e inversión durante casi 30 años, periodo en el que se privilegiaron los cobros y no la ampliación ni la modernización de la red.
Al referirse al contexto histórico, Ortiz recordó que en 1997 el entonces alcalde mandó hacer un estudio con el Instituto Politécnico Nacional, que concluía que la región tenía garantía de agua a largo plazo, pero ese documento nunca se hizo público ni se tradujo en una política hídrica integral.
La administración actual, dijo, pretende retomar esa ruta mediante un plan municipal que combine extracción para consumo humano con acciones de recarga, como reforestación y limpieza de canales, aunque varios de esos proyectos se han frenado por la conflictividad en torno a Pavigi.
En su diagnóstico, la edil planteó que el debate debería centrarse en la responsabilidad compartida de cuidar el recurso hídrico, en lugar de limitarse a rechazar proyectos sin proponer alternativas.
Preguntó si, en un escenario en el que Xoxtla se quedara sin posibilidad de explotar sus pozos, municipios como Coronango, Zacatepec o Tlaltenango aceptarían dotarla de agua, y calificó de egoísta una postura que ignore la necesidad de miles de habitantes sin servicio regular.
Ortiz reconoció que dentro del propio municipio hay grupos que ven el conflicto como un asunto económico, porque en el pasado algunas administraciones y comités se centraron en la recaudación sin devolver beneficios tangibles a la población.
El resultado, afirmó, es una red insuficiente que mantiene en desventaja a miles de personas que dependen del sistema para sus necesidades básicas.
Con información de La Jornada del Oriente
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