Uno de los regidores que apoyaría la prohibición de la tauromaquia se ausentó de la votación y eso permitió echar abajo la propuesta.
Tras dos horas de debate, con 12 votos en contra y 11 a favor, el cabildo de Puebla echó abajo el dictamen mediante el cual se pretendían prohibir las corridas de toros, para así atender la solicitud que hicieron colectivos en defensa de los animales.
El regidor, Justino Joaquin Espidio Camarillo, que apoyaría la prohibición de la fiesta brava en la ciudad, se ausentó durante la votación del dictamen, lo que permitió a los regidores del denominado G5, del Partido Acción Nacional (PAN) y del Partido Revolucionario Institucional (PRI), echar abajo la propuesta.
Los regidores que votaron en contra argumentaron que no se puede atentar contra el derecho que tiene la ciudadanía a decidir si acude o no a un espectáculo taurino, que los estudios de opinión para sustentar la propuesta no eran suficientemente serios y que las modificaciones planteadas al Código Reglamentario Municipal iban en contra de la ley estatal vigente sobre este tipo de actividades.
Incluso, el regidor, Roberto Eli Esponda criticó que las regidoras proponentes usaran como sustento serio la recolección de firmas en change.org para defender el dictamen, ya que en la misma plataforma también hay una petición con firmas de ciudadanos exigiendo la renuncia de la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco.
Las regidoras Cinhtya Juárez e Isabel Cortés, presidentas de las comisiones de Servicios Públicos y Participación Ciudadana, respectivamente, afirmaron que las corridas de toros no deben considerarse como cultura, por ser promotoras de la violencia y el maltrato a los animales, por lo que, en consecuencia, se debían prohibir en Puebla tal como ya están en 110 ciudades del mundo.
Regidores de la coalición Juntos Haremos Historia, afines a la edil, Claudia Rivera, defendieron la propuesta asegurando que era en favor del bienestar animal, sin embargo la ausencia de uno de sus compañeros evitó empatar la votación y que la edil diera el sufragio de calidad a favor, que era el escenario previsto.