Ell edil se dijo despreocupado por la queja que los encargados de la casa del migrante ya presentaron ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH).
Por miedo a que migrantes comentan delitos, el Comité Vecinal de la Colonia Ferrocarrilera del municipio de Apizaco solicitó al Ayuntamiento la colocación de la malla alrededor del albergue «La Sagrada Familia», justificó el edil Julio César Hernández Mejía al rechazar que se esté afectando el libre tránsito de las personas.
Sostuvo que en la zona se teme la comisión de delitos como robo de autopartes, asalto, acoso, y allanamiento de morada, que en el pasado han sido realizados por supuestas personas migrantes.
Hace un par de días se instaló a malla con púas en la tercera privada de la avenida Álvaro Obregón de la Colonia Ferrocarrilera, justo en el camino a la casa del migrante “La Sagrada Familia” que fue calificada por representantes de organizaciones sociales y activistas como una medida xenofóbica y racista.
Entrevistado al respecto, el edil de extracción panista espetó que no puede ser considera como racista una “medida cautelar” que solo opera por la noche; toda vez que de siete de la mañana a nueve de la noche permanece abierta la puerta que se dejó en esa reja, y que solo se cierra después de las 21 horas por cuestiones de seguridad.
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“El Comité Vecinal llegó al Ayuntamiento para entrevistarse conmigo y con la directora de gobernación, sobre todo por los temas que tienen en la noche por la presencia de gente que ha molestado sobre todo a las mujeres, además han sustraído cosas de los vehículos, han dañado vehículos y han ingresado a los domicilios, por lo que nosotros platicamos con ellos y acordamos poner una reja que está abierta en todo el día y durante la noche se cierra por los problemas que han tenido y el miedo de partes de familia por sus hijos e hijas pero no es una limitante para que puedan transitar libremente”.
El edil, aunque enlistó la problemática, no supo precisar cuántas denuncias formales existen por estos ilícitos. “No me dieron sus denuncias llegaron a audiencia y los escuché porque mi obligación es atender a mis vecinos (…) Yo entiendo que mis vecinos tienen derechos y mi obligación es con los apizaquenses de ningún manera vamos a violentar los derechos humanos porque hay una reja abierta de siete de la mañana a nueve de la noche, esto es una cuestión de vigilancia del Comité Vecinal”.
Finalmente reveló que los vecinos de la colonia querían construir una barda por las situaciones que tienen que soportar cuando hay presencia de migrantes, entre ellas mencionó que las personas en tránsito defecan y orinan en sus banquetas, además están en sus puertas y les complican ingresar a sus hogares, aunado a que hacen comentarios incomodos a las mujeres.
Por lo pronto el edil se dijo despreocupado por la queja que los encargados de la casa del migrante ya presentaron ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) dado que –insistió- no están impidiendo el libre tránsito.