En los últimos seis años organizaciones reportaron más de 100 casos de desaparición, trata de personas y feminicidios sin que a la fecha haya sentencias condenatorias


 
El Colectivo Mujer y Utopía informa que en enero de 2018 se registraron 15 casos de desaparición de mujeres, niñas y adolescentes en la entidad. El “más indignante por la forma en la que se ejerció la violencia feminicida”, fue la desaparición y asesinato de Wendy Sánchez Pérez de 21 años de edad, en el municipio de Tlaxcala.
 
El número de desapariciones y los cuatro feminicidios reportados en el primer mes del año, reflejan que “las omisiones siguen siendo graves, lo peor de todo es que las desapariciones reportadas, como en el caso de Wendy, no son investigadas como feminicidios; de los cuatro feminicidios que van, ninguno ha sido tipificado como tal, siguen siendo investigados como homicidio y, si en el camino se identifican rasgos de feminicidio se abre la carpeta de investigación”, señaló Edith Méndez Ahuactzin, directora del Colectivo Mujer y Utopía.
 
En entrevista, las organizaciones civiles Justicia Pro Persona y Colectivo Mujer y Utopía indicaron que mantienen el proceso para lograr que en la entidad se declare Alerta de Violencia de Género (AVG) por desaparición de mujeres, niñas y adolescentes vinculada a la trata de personas y la violencia feminicida.
 
En enero la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), informó a las organizaciones que rechazó el recurso de reconsideración del acuerdo emitido por la Secretaría de Gobernación para no declarar AGM derivada de la segunda solicitud presentada por las asociaciones.

Frente a esto, Edith Méndez Ahuactzin explicó que el siguiente paso es promover el amparo ante la justicia federal.
 
“Continuaremos el proceso sobre la solicitud de alerta de violencia de género en Tlaxcala porque consideramos que sí se observa una negativa por parte del gobierno a que se decrete la alerta, además de que son desafortunadas las declaraciones que han hecho varias autoridades respecto de por qué no debería decretarse la alerta, porque coloca una mala imagen del estado”, dijo.
 
Edith Méndez Ahuactzin señaló que las organizaciones están dispuestas a visibilizar la desaparición de mujeres en el Estado relacionada a la trata de personas y el feminicidio. Dijo que, si bien el número de feminicidios no se compara con los casos reportados en Puebla, la cifra es alarmante si se compara con la proporción de mujeres que viven en la entidad y la periodicidad con la que se han reportado a finales de 2017 y el primer mes de 2018.
 
“Nosotras no vamos a dar por cerrado el seguimiento a la solicitud que presentamos, porque no queremos ser partícipes de las omisiones del gobierno, tan solo de 2008 a la fecha se han contabilizado 150 casos de feminicidio y ninguna sentencia condenatoria; pensamos que con la tipificación del delito en 2012 vendrían las primeras sentencias pero a la fecha no hay ninguna, porque sabemos que no hay acciones reales para detener la violencia de género”.
 
Además la activista dijo que el Observatorio Ciudadano Nacional de Feminicidio y la Red Retoño, que siguen el caso de la desaparición de la menor Karla Romero Tezmol, comprobó que los protocolos de Alerta Amber, desaparición de mujeres y para atender los delitos de feminicidio y trata de personas se siguen de manera inversa a como se ha declarado a nivel nacional.
 
“La semana pasada se activaron cuatro alertas amber, estamos hablando de que a partir de 2018 cada semana se han reportado cuatro desapariciones…, en los casos de Wendy y de las mujeres y niñas desaparecidas observamos que las autoridades abren las carpetas de investigación de desaparición como extravío y de feminicidio como homicidio y, si en el camino encuentran indicios de que pudo haber sido desaparición o feminicidio entonces abren carpetas por esos casos, cuando a nivel nacional se ha ordenado que debe ser al revés: iniciar carpeta por feminicidio y desaparición”.
 
Las organizaciones anunciaron que insistirán para colocar el tema de desaparición de mujeres, niñas y adolescentes en la entidad, “tema que no ha sido visibilizado ni reconocido por las autoridades.”