Ni los elementos de seguridad ni sus familias tienen garantías de atención cuando llegan a enfermarse.


Guardias de seguridad privada de la empresa SEGA, exigieron la dotación de seguridad social que por años han esperado y que desde el 2017 los directivos prometieron.

Por eso mostraron su inconformidad porque desde hace un año los directivos les han podido concretar ese beneficio, por lo que hasta el momento se encuentran en situación de vulnerabilidad.

Los elementos de seguridad sentenciaron que ellos prácticamente no tienen derecho a enfermarse, y tampoco sus familias, porque la atención médica representa un gasto extra pues deben acudir a un médico particular y pagar de sus recursos el medicamento.

Sentenciaron que la empresa tiene la obligación de cumplir con la Ley del Trabajo, al estar debidamente registrada ante las autoridades; sin embargo, la parte patronal sigue sin cumplir con ese derecho de los trabajadores.

Además, cuando alguno se ausenta del trabajo  por afectaciones a su salud, los directivos exigen que presenten forzosamente algún justificante médico, al tiempo que los supervisores en lugar de apoyarlos les dan la espalda.

Sega, que se ubica en el número 21-B de la calle Xicohténcatl de la ciudad de Tlaxcala, brinda servicio a diversos hospitales públicos y por tanto la presencia de guardias es vital para mantener el orden y brindar seguridad a los usuarios.

Pero la mayoría no se expresa abiertamente por el tema, ante la necesidad que tiene del empleo, por tener un ingreso económico y porque a estas alturas encontrar otro trabajo similar es más complicado.

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