La instalación de mil 500 metros cuadrados será la más grande en su tipo tras haberse presentado en más de 45 países.
El legado artístico de Van Gogh llegará a México, al menos a través de una experiencia virtual. Será en febrero de 2020 cuando la capital del país albergue una de las exposiciones más sorprendentes del mundo: Van Gogh Alive, la cual promete transformar la manera de presentar las obras del pintor en el primer gran museo digital de México.
Van Gogh Alive en México será una exposición como ninguna otra. La instalación de mil 500 metros cuadrados será la más grande en su tipo tras haberse presentado en más de 45 países. Y para dejar huella, buscará romper el récord de asistencia con más de un millón de visitantes durante su permanencia en México. Ésta, una cifra no alcanzada al momento en ninguno de los países donde se ha presentado.
Dentro de la gran carpa que se instalará en la Plaza Monumento a la Madre, en la delegación Cuauhtémoc, los visitantes experimentarán una exposición sensorial para todos y cada uno de sus sentidos. Si eres de los que se pregunta en qué consistirá la experiencia de Van Gogh Alive, te revelamos unos puntos a considerar para que te vayas preparando para visitar la exposición interactiva más grande en nuestro país.
Vida y obra: La exposición, según informes de los responsables, estará dividida en diferentes áreas, siendo la primera de ellas referente a la vida de Vincent Van Gogh. Los visitantes podrán descubrir, de manera didáctica, quién fue el famoso pintor holandés para después continuar el recorrido por las otras áreas.
Proyección al límite: Más de 3 mil imágenes del legado artístico del pintor, que comprenden sus obras y cartas, estarán proyectadas en el suelo, las paredes y los techos de la exposición. Serán 120 proyectores trabajando de manera simultánea con tecnología Sensory 4, que combina gráficos en movimiento multicanal con sonido envolvente de calidad cinematográfica.
Experiencia sensorial: Además de los gráficos en cada rincón de la exposición de Van Gogh Alive, los visitantes descubrirán la muestra a través de otros sentidos, como el olfato y el tacto. La experiencia contempla que algunos de los rincones evoquen olores de las obras del pintor; incluso, se considera la construcción de un pozo de agua dentro de la misma, donde la gente podrá acercarse, ver y hasta tocar las proyecciones.
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