Se presentará una muestra con una decena de sus obras jamás expuestas; estará abierta del 11 de diciembre al 30 de abril

A mediados de los años 50, Rufino Tamayo (1899-1991) pintó El gato, un óleo inédito en el que plasma a un personaje felino que es tomado por la cola y zarandeado con violencia en el aire. Esta pieza, explica el curador Juan Carlos Pereda, es una recreación que alude a la Segunda Guerra Mundial.

Se trata de una metáfora de la condición universal del hombre, un cuadro en el que Tamayo captó la condición universal del hombre, un animal, un gato, que es zarandeado; es un poco la metáfora de esa humanidad (afectada) por la posguerra”, expresó durante un recorrido previo por la muestra Más allá de los árboles que exhibe el Museo Tamayo para celebrar su 40 aniversario.

Otros inéditos que se pueden apreciar en esta muestra son: Fábricas, de 1925, “un cuadro no visto que no van a encontrar en ningún libro”, en el que se observa un conjunto de edificios simétricos del que borbotean columnas de humo. Así como Techos, que permaneció 70 años colgado en la pared de un coleccionista, que a la distancia representa una azotea oaxaqueña, vista desde un barandal de hierro negro, con la luna de fondo.

Y un inédito más es Galaxia, donde la luna muestra ambas caras y es sostenida por una constelación que simula un cuerpo, quizá visto desde el interior de una cueva que simula la forma del ojo humano.

Pero estas piezas apenas son una breve mención del recorrido que conforma el primer núcleo de la exposición, bajo el título Una cierta idea de Tamayo, que suma casi 100 piezas y algunas de las obras representativas del artista, como La gran galaxia, El juglar y Homenaje a la raza india, que muestran el vínculo de Tamayo con su origen indígena, el arte popular y el arte prehispánico.

Después un núcleo, titulado Más allá de los árboles, una videoinstalación de Erick Meyenberg, realizada a partir de una investigación del archivo hemerográfico del museo que es una sinfonía coral interpretada por el Coro de Madrigalistas de Bellas Artes.

En una tercera sección El Museo Tamayo y la caja mágica, se aborda la relación entre arte y televisión.

F. Excelsior