A siete meses de inaugurada, la vialidad solo sirve para que desahogue el traficó de la zona sur de la entidad, mientras los habitantes siguen con problemas.

Servicios públicos, como alumbrado, pavimentación y seguridad no llegaron para los vecinos de zonas populares que colindan con el Bulevar Carmelitas, vialidad que cumplió siete meses de inaugurada.

Una fracción de la vialidad se mantiene en penumbras, en un tramo que va de la Unidad Habitacional Mateo de Regil hacia el Periférico. Las solicitudes para que se atienda este tema son constantes ante el ayuntamiento de Puebla, pero la gente sigue esperando.

Ante la falta de atención, este martes, varios habitantes  cerraron el paso hacia la zona de la unidad habitacional Las Carmelitas y el bulevar del mismo nombre, a la altura de la 147 poniente. La falta de alumbrado público, dijeron,  ha detonado el aumento de la inseguridad.

En su manifestación también acusaron la suspensión del servicio de agua potable, por parte de Agua de Puebla, por lo que solicitaron les sea reconectado.

Esta vialidad, diseñada para disminuir la carga vehicular de la avenida 11 sur, en su cruce con el periférico, da servicio a 299 mil habitantes de 188 colonias ubicadas en la zona sur de Puebla Capital, fue inaugurada en noviembre del 2018, por Antonio Gali Fayad, en ese entonces, gobernador de Puebla.

En su habilitación se invirtieron 428.7 millones de pesos para modernizar 5.5 kilómetros con concreto hidráulico, instalación de drenaje y alumbrado público entre otras acciones, informadas por el gobierno del estado.


Apenas a mediados de junio,  también cerraron la avenida  porque una pareja de la tercera edad, desde que comenzaron las obras y hasta ahora, cada vez que llueve se inunda su vivienda. La última tromba les quitó todo lo que tenían. 

Martiniano Tapia y María Elena Castro, estaban en su casa el 15 de junio y vieron como una corriente de agua entró a su vivienda proveniente del Bulevar Carmelitas. Su casa está en la calle Lázaro Cárdenas de la colonia Tres Cerritos.

La inundación alcanzó un metro y medio de altura, afectó todos los muebles de la sala y la cocina y mató a dos mascotas. Esto también es parte de lo que, para esta y otras familias, ha significado la obra.

El matrimonio Tapia – Castro tendrá que desalojar para siempre la casa, según un dictamen de Protección Civil, aunque la casa llegó antes que la vialidad.

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