El cáncer de páncreas tiene una baja tasa de supervivencia, dado que sus metástasis son altamente agresiva.
Una enzima terapéutica denominada L-asparaginasa, con la que medican a los pacientes que sufren la leucemia, y un inhibidor MEK, que impide a los tumores nutrirse y desarrollarse, son dos fármacos que, una vez combinados, demuestran ser eficaces para reducir los tumores pancreáticos y el melanoma. Así lo ha acreditado un equipo de científicos del Instituto de Descubrimiento Médico Sanford Burnham Prebys.
Los investigadores realizaron pruebas en ratones y tras observar los resultados aseguraron que estos hallazgos demostraban la eficacia de la combinación de estos dos fármacos, según la revista Nature Cell Biology.
«Nuestro estudio identifica una posible combinación de tratamiento que puede probarse inmediatamente contra estos tumores agresivos. Ya nos estamos reuniendo con oncólogos de la Universidad de Salud y Ciencia de Oregón [EEUU] para discutir cómo avanzar este descubrimiento en la evaluación clínica», dijo Zeev Ronai, profesor del programa de iniciación y mantenimiento de tumores de Sanford Burnham Prebys y científico principal del equipo.
En la primera fase, los investigadores usaron el fármaco L-asparaginasa (L-Aase) para matar de hambre a los tumores de páncreas. Sin embargo, como resultado descubrieron que, en vez de morir el tumor, activaba la vía de respuesta al estrés y permitía a las células cancerosas producir asparagina desde cero. Al ver esta respuesta, los expertos decidieron someter a los tumores con el segundo fármaco, el inhibidor de MEK (MEKi), y este bloqueó la vía de respuesta al estrés, obteniendo como resultado final la reducción de los tumores pancreáticos.
Sin embargo, Ronai señaló que, «la triste realidad es que, actualmente, la terapia contra el cáncer de páncreas se ha retrasado, ya que no existe un tratamiento efectivo para estos tumores».
El cáncer de páncreas tiene una baja tasa de supervivencia, dado que sus metástasis son altamente agresivas y, en un gran número de pacientes, se detecta cuando ya la enfermedad está en una fase muy avanzada.
De acuerdo con los datos del Fondo Mundial de Investigación del Cáncer, en el 2018 hubo 460 mil nuevos casos de esta enfermedad en el mundo. Entre los países de América Latina sobresale Uruguay, que tiene la segunda mayor tasa de cáncer de páncreas del planeta.