La investigaciómn tiene una proyección importante porque se puede complementar con energías renovables como la solar, eólica o la biomasa.
Una investigación desarrollada por científicos de la UNAM ayudará a capturar gases de efecto invernadero (GEI) que genera la industria eléctrica en México y que contribuyen al calentamiento global.
Las emisiones de dióxido de carbono (CO2), uno de los GEI, se han incrementado de manera alarmante, y una alternativa viable es capturarlo y almacenarlo para impedir que sea liberado a la atmósfera, dijo Javier Aguillón Martínez, del Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM.
La producción de energía eléctrica en el país genera 25 por ciento de las emisiones de GEI, pero con la propuesta de Aguillón Martínez y Jordán Pérez Sánchez (egresado del posgrado en Ingeniería, donde cursó su doctorado), la Comisión Federal de Electricidad (CFE) podrá planear la captura de CO2 en turbinas de gas con las que cuenta este sector.
Además, tiene una proyección importante porque se puede complementar con energías renovables como la solar, eólica o la biomasa, detalló.
“Este trabajo demuestra que la tecnología de recirculación de gases de las turbinas podría ser una solución para capturar el CO2 que generan las centrales eléctricas”. No se modificarán las centrales, aclaró Aguillón Martínez, sólo se incorporará nueva tecnología para mitigar los GEI, y el costo se evaluará mediante simulaciones.
Simulaciones exitosas
Las plantas de generación de energía basadas en combustibles fósiles son la mayor fuente de emisión de dióxido de carbono, por lo que las tecnologías de reducción de contaminantes después de la combustión son cruciales.
Con base en la tesis doctoral de Pérez Sánchez se llevó a cabo un estudio con el Instituto Nacional de Electricidad y Energías Limpias (INEEL) para determinar los parámetros de las emisiones que generan las turbinas.
“El INEEL adquirió una microturbina en la que hicimos simulaciones y pruebas experimentales, y con ello obtuvimos datos de operación. Así se calculó el costo nivelado de la electricidad (CNE), que contempla todos los costos que genera la tecnología durante su vida útil”.
También, con un sistema de captura de CO2 se evaluó qué cantidad de este contaminante se podía capturar antes de ser liberado al ambiente. “Pudimos estimar su captura y su disposición en un sitio final, del orden del 90 al 95 por ciento, disminuyendo drásticamente los efectos de GEI”, resaltó el universitario.
Detalló que este trabajo es importante porque el sector eléctrico cuenta con gran diversidad de turbinas de gas que funcionan en condiciones diferentes, por lo que sería muy costoso aplicar en la realidad tecnología de captura de GEI en cada una de ellas.
“Esta simulación con datos verdaderos es fundamental, ahora ya tenemos una estimación de cuánto costaría, con la mejor tecnología, capturar CO2. Es la primera investigación de este tipo en México”.
El proyecto obtuvo el segundo lugar del premio CFE-Fundación UNAM de Energía 2018.