No pueden faltar las fases de nuestro satélite natural, pero, sin duda, lo más importante de este mes será un eclipse parcial de Luna, por lo que iniciaremos con dicho evento.
Este mes está lleno de increíbles eventos astronómicos; disfrutaremos la vista de lluvias de meteoros y cúmulos estelares, además, tendremos un doble reto: “cazar” al planeta enano Ceres y al cometa 67P / Churyumov-Gerasimenko, ya que será una buena temporada para observarlos.
Cabe mencionar que aún tenemos la oportunidad de observar, en la primera parte de la noche, hacia el suroeste de la esfera celeste, a los planetas Venus, Júpiter, y Saturno, mientras que Urano estará brillando la mayor parte de la noche.
No pueden faltar las fases de nuestro satélite natural, pero, sin duda, lo más importante de este mes será un eclipse parcial de Luna, por lo que iniciaremos con dicho evento.
Eclipse Parcial de Luna
El 19 de noviembre, de 00:02 a 06:04 horas, tiempo del centro de México, tendremos la oportunidad de observar, en toda la República Mexicana, un eclipse parcial de Luna.
Tendrá una duración de 6 horas y 2 minutos, considerando la fase penumbral, alcanzando su máximo a las 03:03 horas (CDMX); en ese momento un 97% del disco lunar será cubierto por la sombra de la Tierra.
La Luna se encontrará en dirección de la constelación de Tauro, muy cerca de las Pléyades, hacia la parte noroeste de la esfera celeste.
El cometa que alberga los restos de Rosetta y Philae
El cometa 67P / Churyumov-Gerasimenko fue descubierto en 1969 por el científico soviético Klim Ivánovich Churiúmov a partir de las imágenes captadas por su colega Svetlana Ivánovna Gerasimenko. Este cometa fue seleccionado para ser el anfitrión de la sonda espacial Rosetta y su explorador Philae. Lanzados el 2 de marzo del 2004, iniciaron su descenso controlado al cometa el 30 de septiembre de 2016, para finalmente colisionar contra él.
En la madrugada del 3 de noviembre, el cometa 67P / Churyumov-Gerasimenko hará su mayor aproximación al Sol, lo que se conoce como perihelio, pasando a una distancia de 1.21 U.A., siendo visible entre las 00:11 y las 05:40 horas, estimando un brillo máximo de 8.3 magnitudes, en dirección de la constelación de Géminis, hacia la parte noreste de la esfera celeste.
Padre, madre e hijas brillan en las Pléyades
La referencia más antigua a las Pléyades es de Hesiodo, alrededor del año 700 AC. Homero las menciona en la Odisea y la Biblia hace referencia a ellas. A las estrellas más brillantes de las Pléyades también se les conoce como “Las siete hermanas”, “Subaru”, “La gallina con sus pollitos” y “Las siete cabrillas”. En la mitología griega, las Pléyades son las hijas de Atlas y Pleione: Alcyone, Anterope (estrella doble), Electra, Maia, Merope, Taygeta y Caeleno. El nombre proviene de la madre, Pleione. Se dice que de la misma unión también nacieron las Híades y un hijo llamado Hiante.
En 1579 el astrónomo Maestlin dibujó correctamente a las Pléyades con 11 estrellas, por su parte, Kepler observó 14 estrellas. En 1767, el reverendo John Michell estudió y concluyó que las Pléyades son un sistema ligado gravitacionalmente y en 1769 Charles Messier las incluyó en su catálogo con el número 45. Estudios posteriores revelaron que las Pléyades están envueltas por una nebulosa de reflexión, que es residuo de su nube materna original, la cual ha sido empujada por los fuertes vientos de estas estrellas jóvenes.
Se cree que el cúmulo tiene una edad de apenas unos 100 millones de años y con una esperanza de vida de 250 millones de años, cuando las estrellas se dispersen y sigan sus propias trayectorias. El cúmulo M 45 se localiza a 444.2 años luz de nosotros, con un diámetro de 70 años luz, en dirección de la constelación de Tauro.
No necesitarás ningún instrumento para observarlas, pero si deseas captar detalles, con unos binoculares o un telescopio pequeño podrás empezar a maravillarte con las más de 500 estrellas principales que conforman este cúmulo estelar abierto.
El cúmulo estelar abierto más cercano al Sol
En la mitología griega, las Híades son las ninfas de la lluvia, hijas del titán Atlas y de la diosa fluvial Pleione, también padres de las Pléyades. Cuenta la leyenda que las hermanas Fésile, Corónide, Cleea, Feo y Eudora, se encargaron de cuidar al niño Dionisio, también conocido como Baco, el dios de la agricultura. En reconocimiento por su servicio y atenciones, Zeus las convirtió en un grupo de astros en la constelación de Tauro.
Se cree que este cúmulo tuvo su origen hace 625 millones de años, aproximadamente, y está constituido por al menos 100 estrellas de colores amarillo y naranja, distribuidas en un área de 15 años luz de diámetro y a sólo 150 años luz de la Tierra. Aunque las Híades son suficientemente brillantes para verlas a simple vista, no son tan brillantes ni compactas como las Pléyades.
Las Híades, también conocidas como el cúmulo abierto Mel 25, ya estarán bien ubicadas para su observación, en dirección de la constelación de Tauro, cerca de la estrella rojiza Aldebarán, hacia la parte noreste de la esfera celeste.
Las Leónidas parcialmente opacadas por una Luna brillante
La lluvia de meteoros las Leónidas tendrán actividad entre el 06 y 30 de noviembre, con su máximo el día 17. La tasa máxima observable es variable, con al menos 20 meteoros por hora. El radiante se encuentra en dirección de la constelación del León, con coordenadas AR=10h05m, DEC=+22º16´. El objeto responsable de la lluvia de las Leónidas ha sido identificado como el cometa 55P / Tempel-Tuttle. El mejor momento para apreciarlas será la madrugada del 17 de noviembre, entre las 4 y 6 de la mañana, hacia la parte este de la esfera celeste, cuando la Luna se oculte por el oeste y el Sol aún no salga por el este. Unos días antes, y traslapándose con las Leónidas, tendremos a las Táuridas del Sur con su máximo el día 5, así como con la lluvia de meteoros Táuridas del Norte, que tendrán su máximo la madrugada del 12 de noviembre. No son las más abundantes, pero acontecerán en noches oscuras.
De asteroide a planeta enano
Ceres fue el primer gran objeto descubierto en el cinturón de asteroides, entre Marte y Júpiter, en 1801 por Giuseppe Piazzi y ascendido a planeta enano en el 2007 por la Unión Astronómica Internacional; nombrado así en honor a la diosa romana de la agricultura, las cosechas y la fecundidad. Ceres estará en oposición, es decir, estará alineado con la Tierra y ambos en el mismo lado con respecto al Sol; al mismo tiempo estará en perigeo, es decir, en su mínima separación con la Tierra, ubicándose a una distancia de 1.76 U.A. En el momento de la oposición, el 27 de noviembre a las 01:06 horas (CDMX), alcanzará una magnitud máxima de 7.2, por lo que será visible con binoculares o un pequeño telescopio, en dirección de la constelación de Tauro, cercano a la estrella α Tau (Aldebarán).