Las termografías, técnica que permite detectar cambios de temperatura en el cuerpo humano, puede ser, junto con la mastografía, una de las herramientas valiosas para la detección temprana y no invasiva de cáncer de mama.
Crear un repositorio de imágenes para correlacionar mamografías con termografías es el objetivo de un proyecto que se desarrolla en el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), centro de investigación del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt).
Para el doctor Francisco Renero Carrillo, director de Formación Académica del INAOE y líder de este proyecto, este tema tiene relevancia no sólo durante octubre, mes de la lucha contra el cáncer de mama, sino durante todo el año. Si es validada por los hospitales, la termografía permitiría llegar a un mayor número de mujeres.
El involucramiento del doctor Renero en el tema se debe a su experiencia en el uso de la cámara térmica en pacientes con diabetes y sus complicaciones en los miembros inferiores: “He realizado estudios de mapas térmicos de mujeres en un laboratorio privado y después en el municipio de San Andrés Cholula, donde me dieron la oportunidad de cuantificar a algunas mujeres”, indica.
El también investigador de la Coordinación de Óptica del INAOE informa que su trabajo se basa en los estándares y protocolos de la American Academy of Thermology, los cuales incluyen las bases de cuantificación al comparar las temperaturas del seno derecho con el izquierdo en las pacientes.
“La regla que utilizamos todos los que trabajamos en termografía es la siguiente: si la diferencia entre el lado derecho y el lado izquierdo es de más-menos un grado, no hay problema; si es de entre uno y cercano a dos grados, podemos sospechar de algo, y si la diferencia de temperaturas es mayor a dos grados hay un riesgo. Estas son las bases que apliqué porque me interesó el uso de la cámara térmica para las patologías del seno”, expresa el doctor Renero.
Asimismo, agrega que el INAOE tiene un convenio marco con el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicios de los Poderes del Estado de Puebla (ISSSTEP), con el cual se buscó el contacto para un proyecto específico de mapas térmicos.
“En ese ínter sucede algo interesante: encontramos a un grupo de mujeres que se habían realizado recientemente la mastografía y tenían su clasificación BI-RADS (Breast Imaging Reporting and Data Systems por sus siglas en inglés), y las contactamos para que nos permitieran tomarles el mapa térmico. La diferencia entre la mastografía y el mapa térmico es de aproximadamente diez días. Recordemos que la mastografía es un procedimiento muy invasivo. Esos diez días nos dieron tiempo para tener una mejor interpretación del mapa térmico, y los resultados son impresionantes, son uno a uno. Todas estas mujeres que contactamos son mayores de 40 años, es decir, son candidatas a hacerse una mastografía en México. Todas las que tuvieron diferencias térmicas por debajo de un grado tienen clasificación BI-RADS 2, es decir, no hay riesgo, el médico sugiere que se hagan una mastografía una vez al año. Desafortunadamente dos de ellas tenían clasificación BI-RADS 3, térmicamente las vimos con diferencias de temperatura entre el seno derecho y el izquierdo arriba de un grado pero no llegaron a los dos. Y había una con clasificación BI-RADS 4 y fue la única donde las diferencias de temperatura fueron mayores a 2.4 grados. Hay muy pocos trabajos a nivel internacional sobre la correlación de los mapas térmicos y la clasificación BI-RADS”.
El doctor Renero y la doctora Hayde Peregrina, investigadora de la Coordinación de Ciencias Computacionales, capacitaron a un grupo de estudiantes mujeres para tomar las termografías de este grupo pequeño y también las que se tomen en el ISSSTEP.
El doctor Francisco Renero apunta que se han sostenido reuniones con el ISSSTEP y se prevé que en los próximos días se estén tomando imágenes: “Esperamos tomar entre cinco y ocho mapas térmicos por día, en una semana tendremos unos 25 y para el proyecto del doctor Mario queremos tomar al menos unos 80 pero el compromiso con el ISSSTEP es continuar tomando termografías por al menos seis meses de tal manera que tengamos una base de datos grande”.
El doctor Renero considera que a futuro la termografía permitirá hacer la correlación con tipos específicos de cáncer, y concluye: “Espero y deseo inmensamente por el bien de todas las mujeres del país que el ISSSTEP sea el hospital que valide la técnica porque con la termografía podemos llegar a muchas más mujeres. La mastografía sólo está indicada para mujeres mayores de 40 años, el pico de muertes por cáncer de mama está en los 60 años, pero antes de los 40 años hay mujeres que mueren por cáncer de mama. Estas mujeres más jóvenes no son candidatas a la mastografía.”
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