El Dr. Kuzin fue uno de los mejores representantes de la gran escuela científica soviética caracterizada por altísimos estándares científicos.


Ayer 22 de mayo falleció en la ciudad de Puebla el Dr. Evgeny Kuzin, investigador de la Coordinación de Óptica del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), al perder la batalla contra el cáncer.

El Dr. Kuzin fue uno de los mejores representantes de la gran escuela científica soviética caracterizada por altísimos estándares científicos. Hace 25 años llegó a México, país al que amaba, y dejó una huella indeleble en muchas generaciones de estudiantes y científicos y en la ciencia mexicana.

El Dr. Kuzin nació el 8 de marzo de 1948 en Leningrado, hoy San Petersburgo, en la antigua Unión Soviética. Realizó la maestría en Ciencias con especialidad en Radiofísica en la Universidad Estatal de Leningrado, obteniendo su título en 1976.

En 1983 obtuvo el doctorado en Ciencias con especialidad en Física en el Instituto Técnico A. F. Ioffe de San Petersburgo. En 1995 llegó a trabajar al INAOE, donde se destacó como investigador y se distinguió por su trato amable, respetuoso y cordial, y donde se le recuerda como un excelente colega.

El Dr. Kuzin deja un enorme legado científico que incluye no sólo artículos del más alto nivel internacional, sino también desarrollo tecnológico y una generación de brillantes científicos mexicanos a los que formó a lo largo de más de 25 años en México.

Sus líneas de investigación fueron láseres, amplificadores ópticos, sensores de fibra óptica, diseño y aplicación de dispositivos de fibra óptica. Publicó más de 450 de artículos de investigación en revistas nacionales e internacionales del más alto nivel Graduó un gran número de estudiantes de maestría y doctorado a los que marcó de por vida.

Uno de ellos es el Dr. Baldemar Ibarra Escamilla, investigador del INAOE y Fellow de la International Society for Optics and Photonics (SPIE), quien comenta sobre el Dr. Kuzin: “Se ha ido mi mentor, pero más que mi mentor se va un gran amigo. Tuve la oportunidad de trabajar con el Dr. Kuzin desde su llegada al INAOE, en ese tiempo estaba cursando mi segundo periodo de la Maestría en Óptica y lo busqué para pedirle que dirigiera mi tesis de maestría.

Nunca imagine lo que sucedería en los siguientes años. Fue mi director de tesis de maestría y posteriormente de doctorado.

Al término de mis estudios de doctorado me dijo que le habían ofrecido una plaza en el INAOE para un investigador y quería que me integrara a su grupo, pero que tenía que realizar una estancia posdoctoral por un año, después de lo cual, y gracias a su apoyo, me integré como investigador al Instituto.

Recuerdo que cuando me integré al Instituto el Dr. Kuzin tenía como ocho estudiantes de maestría y doctorado, entonces el trabajo fue muy fuerte para salir adelante con sus tesis y publicaciones. Él fue un investigador muy activo tanto en dirección de tesis de posgrado, en trabajos experimentales en el laboratorio, en cursos de posgrado, en asistencia a congresos nacionales e internacionales, y en escritura de publicaciones.

Todo ese ímpetu y dedicación a la investigación nos dejó marcados a muchos de los que fuimos sus estudiantes y hoy en día continuamos con esa pasión por la ciencia. Es muy complicado para mí hablar en este momento acerca del Dr. Kuzin, no ha sido nada fácil asimilar que ya no estará con nosotros, pero sabemos que la vida continúa y tenemos que seguir adelante.

Nos queda toda esa enseñanza y pasión que siempre mostró hacia el trabajo, un gran ejemplo a seguir y ahora nos corresponde hacer lo mismo con las siguientes generaciones de estudiantes. Hoy nos deja, pues la vida así es, algún día nos tocará partir, pero por lo pronto lo recordaremos como el gran mentor que fue para muchos de nosotros y continuaremos con su ejemplo mientras eso no suceda.”

A su vez, el Dr. Rubén Ramos García, investigador del INAOE, abunda: “Eugenio, como le llamábamos los mexicanos, tenía una paciencia increíble para educar a sus estudiantes, por lo que era muy peleado entre los estudiantes.

He perdido la cuenta de cuantos investigadores formó en México, pero varios de ellos crearon grupos de investigaciones en la Universidad de Guanajuato en Salamanca, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, la Universidad Veracruzana, la Universidad Autónoma de Campeche, entre otras. Eugenio podría considerarse como el padre de las fibras ópticas en México, junto con otros científicos soviéticos que llegaron a México. Sin lugar a dudas un gran científico, pero sobre todo un gran ser humano siempre será recodado con admiración y cariño.”

De acuerdo a la Dra. Svetlana Mansurova, investigadora del INAOE, “Eugenio era uno de los mejores representantes de la gran escuela científica de la Unión Soviética, esa generación de gigantes científicos que lamentablemente se nos están yendo. Sus estándares científicos eran muy altos, tan característicos de esta escuela. Encontró en México su segunda patria y verdaderamente amaba este país.

Disfrutaba mucho de viajes y caminatas por todo el país, se volvió un gran conocedor de su cultura y tradiciones, le encantaban sus fiestas y su comida.

Me atrevo a decir que encontró en México algo que resonaba en armonía con la esencia de su ser. Y creo que este algo ha sido la calidez humana que encontró en la gente de aquí. Alguna vez una de nuestras pláticas le pregunté dónde le gustaría morir y me dijo que en México.”

El Dr. Kuzin será recordado con cariño y admiración por todos los que lo conocieron.

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