Los resultados de datos tomados a lo largo de poco más de mil días fueron publicados en la revista Nature
Científicos internacionales del INAOE y su Observatorio HAWC detectaron una nueva fuente de rayos gamma proveniente de las regiones externas de un extraño sistema estelar, ubicado en la Vía Láctea.
La fuente de dicha luz altamente energética es un micro-cuásar, un agujero negro que engulle materia de una estrella compañera y emite parte de ella en poderosos jets.
El equipo de astrofísicos integrado por Alberto Carramiñana Alonso, Ibrahim Torres, Daniel Rosa, Anna Lia Longinotti, Sara Coutiño y Tomás Capistrán, investigadores del Instituto Nacional de Astrofísica, óptica y Electrónica (INAOE) utilizó el observatorio de rayos gamma HAWC (acrónimo de High Altitude Water Cherenkov), ubicado en las faldas del volcán Sierra Negra de Puebla, para detectar emisiones de rayos gamma de muy alta energía provenientes de objetos astronómicos con remanentes de supernovas, pulsares y cuásares.
Los resultados publicados este día en Nature, una de las más prestigiosas revistas científicas a nivel mundial, sugieren que la aceleración de electrones en los extremos de los jets del micro-cuáusar son los responsables de la emisión de rayos gamma que se detectaron.
En conferencia de prensa, los científicos refirieron que el estudio de radiación de este micro-cuásar ofrece un panorama semejante al de eventos extremos que suceden en el centro de galaxias distantes.
En su intervención, Carramiñana Alonso explicó que los miembros de la colaboración HAWC examinaron datos tomados a lo largo de poco más de mil días de operación, encontrando evidencia de que los rayos gamma provenían de los extremos de los jets del micro-cuásar, y no de la región central del sistema solar.
“Está jalando materia y parte de la materia sale expulsada a un cuarto de la velocidad de la luz en dos direcciones opuestas, ese material viaja mucha distancia hasta que choca con el medio a su alrededor, este objeto está a 18 mil años luz de la Tierra, y donde impacta se genera una radiación de rayos gamma de muy alta energía que es algo que no se había visto en este tipo de objetos”, explicó.
Comentó que el equipo de HAWC ha estudiado uno de los micro-cuásares más conocidos, SS 433, nombrado así hace 40 años, que es “un sistema estelar atípico, uno de los objetos más raros en la Vía Láctea y cada año revela algo nuevo.
Estas observaciones de rayos gamma nos revelan una pieza diferente del rompecabezas y esperamos utilizar nuestro conocimiento para aprender más de los cuásares en general”, concluyó.