Este programa de ocho semanas, extracurricular, voluntario y gratuito, se enfocó a desarrollar habilidades blandas y de liderazgo

Para ayudar a los universitarios a desarrollar habilidades en su entorno educativo, familiar, personal y ético, la BUAP llevó a cabo el programa de entrenamiento del pensamiento denominado “BUAP #1. Es tiempo para ti”.

Este programa de ocho semanas, extracurricular, voluntario y gratuito, a cargo de la Coordinación General de Atención a los Universitarios, se enfocó a desarrollar habilidades blandas y de liderazgo a través de poco más de mil horas de talleres, pláticas y conferencias.

“Cuando era titular de la Vicerrectoría de Extensión y Difusión de la Cultura me di cuenta de varios aspectos que no tocábamos en la formación de los estudiantes, quienes necesitan también de habilidades que no se dan en el salón de clases y tienen relación con la autoestima”, comentó la rectora María Lilia Cedillo Ramírez, al dar cuenta del motivo de su creación: ayudar a los estudiantes a orientar y definir su rumbo, adquirir seguridad y aprender a comunicar sus sentimientos.

La doctora Cedillo refirió que los estudiantes participantes se convertirán en guías de sus compañeros. “Es el principio de una generación distinta, quienes creyeron en el proyecto y seguramente dejarán huella”.

En la entrega de diplomas a los integrantes de la primera generación de este programa de entrenamiento del pensamiento, Jorge Avelino Solís, coordinador General de Atención a los Universitarios, informó que se ofertará en 34 unidades académicas, incluyendo sedes regionales.

Sergio Díaz Carranza, director del Complejo Nororiental, agradeció la impartición de este tipo de programas. “El regreso a clases presenciales fue difícil para varios de nuestros alumnos y este taller coadyuvó a su integración y apoyo”.

Como parte de las actividades de “BUAP #1. Es tiempo para ti” se efectuaron sesiones personales y grupales, en las que se proporcionaron herramientas de orientación que permitieron a los jóvenes desarrollarse de cara a la sociedad. Durante dos meses tuvieron una reunión virtual cada semana con un instructor y tres reuniones presenciales.

De manera previa a la clausura, los estudiantes compartieron las experiencias y motivos para decidir estar y permanecer en el curso, los cambios que reconocen en ellos y cual fue su mayor aprendizaje en las últimas ocho semanas.

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