Desde 20 años antes de la demolición, los cuadros de mayordomos ya planeaban la demolición del inmueble
A tres años de la demolición de la capilla del Santo Cristo, ubicada en El Cristo, comunidad municipio de San Pablo del Monte, la cual estaba catalogada por el INAH, las autoridades y vecinos restan importancia a este hecho y nadie ha sido detenido o sancionado.
Cabe recordar que el edificio religioso fue derruido por la gente con maquinaria pesada entre 25 y 26 de julio del año 2015 y para finales de ese mes, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) promovieron una denuncia penal por este inmueble del siglo XVIII.
En ese entonces, en un comunicado oficial, Arturo Balandrano, coordinador nacional de Monumentos Históricos del INAH, y Raúl Delgado Lamas, director general de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural del Conaculta, anunciaron que ante este hecho tipificado como delito federal se procedió a integrar una denuncia penal contra quien resulte responsable ante el Ministerio Público Federal en el estado de Tlaxcala.
De acuerdo con datos del INAH, la Capilla del Santo Cristo constituía un ejemplo de arquitectura tradicional religiosa con antecedentes virreinales, con elementos de mampostería en muros y contrafuertes, además de una bóveda de cañón corrido y dos torres campanario añadidas en el siglo XIX.
Sin embargo, el presidente de comunidad, Antonio Mora Ventura, reveló que desde hace 20 años antes, los cuadros de mayordomos que vienen participando desde aquella época, ya tenían planeada la demolición del inmueble.
A pregunta expresa sobre el valor que tenía la capilla, consideró equivocados los datos, porque no era tan antigüa; “sería importante que se revisará el dato, yo nací en ese barrio y no es real el dato que dan las autoridades fedérales sobre la antigüedad”, dijo.
Añadió que la gente estaba consciente de la destrucción, incluso desde hace años los colonos venían cooperando para construir la nueva Iglesia y por ende se les informaba que a largo plazo se destruiría el templo antiguo.
“Los vecinos ya sabían que esto iba a pasar, los que pudieran mostrarse molestos son personas adultas mayores, pues es lógico que se molesten porque ellos lo construyeron, pero considero que los demás están contentos de lo que paso”, comentó.
El presidente de esa comunidad aseguró que, al cumplirse tres años, el daño ya pasó y no hay personas detenidas o que hayan sido castigadas por las autoridades federales por el acto protagonizado.
“En ese tiempo yo no era presidente de comunidad, era vecino y tu sabes que los usos y tradiciones son las que rigen a una sociedad, contra eso nadie puede, hay autoridades que deben de encargarse del tema y hacer su trabajo”, aseveró.
Al ser interrogado sobre una posible mala imagen que se ha ganado a pulso la comunidad por el acto, respondió: “la gente sabe que es lo que hace bien a la comunidad y que es lo que hace mal, si nos dedicaras a destruir las cosas ya que tiempo hubiéramos tumbado la ex haciendo de la Concepción, la de Xaltelulco, los jagüeyes, somos conscientes de lo que se hace”, puntualizó.
En 2015, los funcionarios federales calificaron esta situación como “un acto de barbarie y un hecho sin parangón que afecta el legado cultural de los mexicanos”; al momento de la denuncia, las autoridades mostraron fotografías en las que ya solo queda de pie la portada y las pilastras, y al fondo se observa el edificio de la Presidencia Auxiliar.