¿Ustedes sabían de la existencia de las cunas de abrazos? ¿Les gustaría saber más al respecto? ¿Creen que serían de utilidad en los hospitales de nuestro país?
Se les llama así a aquellos bebés que han muerto antes de nacer o al poco tiempo de haberlo hecho y que han regresado al cielo para convertirse en estrellas brillantes. Anteriormente ya hemos hablado en éste mismo espacio sobre la muerte perinatal que se vive desde la incomprensión y muchas veces desde el silencio.
Se ha buscado el reconocimiento social de éstas pérdidas y desde 1988 el entonces presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan proclamó octubre como el mes de concientización sobre el embarazo y la pérdida infantil, que inició por la petición de un grupo de padres en duelo hacia el gobierno federal y gobernadores, para establecer el día del Recuerdo del Embarazo y la Pérdida Infantil.
A pesar de no haber estado legislada, desde entonces en muchos lugares del mundo, familias y organizaciones se reúnen el 15 de octubre del cada año para honrar con la luz de una vela, a todos aquellos bebés que murieron antes de nacer o que llegaron a hacerlo pero no se quedaron por poco tiempo en la vida de sus padres.
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) el periodo perinatal se extiende desde las 22 semanas de gestación hasta una semana de vida independiente, sin embargo hay autores que lo extienden hasta el primer año de vida. Sea como sea, ningún padre o madre está preparado para ver morir a sus hijos y mucho menos antes de haber empezado a vivir. A eso se suma la poca comprensión que como sociedad tenemos de éste tipo de pérdidas y la frialdad de los sistemas de salud que obligan a las madres cuyos hijos han muerto en sus vientres, a estar en el mismo lugar donde se encuentran aquellas que sí lograron dar a luz y están en compañía de sus bebés.
No es difícil imaginar el sufrimiento que viven, más cuando sus cuerpos siguen atravesando los mismo cambios que si hubiera estado vivo su bebé pero no esperan poder ir a recogerlo para ir a casa, pues quien tiene que hacerlo, es la funeraria. Al llegar a casa se encontrarán todos los preparativos para la vida que no llegó y eso será un duro recordatorio del cual tendrán que deshacerse poco a poco, sin siquiera una imagen de su hijo.
Es por ello, que algunas asociaciones como Umamanita en España, edita las fotografías que suelen tomarse antes de las autopsias o si hay oportunidad, anima a los padres a tomar alguna para conservar la memoria de que existió, pues a menudo pareciera para los demás, que no lo hizo. También se han visto más extendidas las llamadas cuddles cots o cunas de abrazos que permiten regalarle a esos doloridos padres, la oportunidad de despedirse de sus hijos, tomándose el tiempo que necesiten, pues el mecanismo de éstas cunas, lo que hace es ralentizar los cambios de la muerte.
Dichas cunas son comunes en países como Reino Unido, donde los hospitales sí disponen de una habitación del duelo, donde las familias pueden estar al lado de su bebé fallecido, el tiempo que requieran. Es por ello, un paso muy importante el que está dando nuestro país al empezar a legislar al respecto, pues además de la iniciativa federal, también se está haciendo en algunos estados, considerando éste tipo de pérdidas y sus afectaciones en las madres trabajadoras, que puedan tener derecho entre otros, al menos a 5 días de duelo con goce de sueldo.
Es un gran paso para la visibilización de una pérdida que suele no ser reconocida como tal y aunque falta mucho por hacer, esperamos que sean los primeros pasos para dar una despedida digna a los bebés estrella y un soporte emocional adecuado a sus familias que están viviendo una realidad completamente inesperada y de la que casi no se habla a pesar de seguir siendo desafortunadamente común en nuestro país y en la mayoría de los países del mundo.
Si se encuentran cerca de alguien que haya atravesado por éste tipo de pérdida, respeten su duelo y acérquense con empatía a ayudar de formas prácticas a ésas familias que están sufriendo un duelo tan inesperado y antinatural. Pueden hacerlo desde ayudando con la limpieza de la casa, cocinando o cuidando a otros hijos si los hay, de la misma manera traten de informarse sobre el tema pues quien está atravesando por todo eso, rara vez tiene cabeza para hacerlo.
En Puebla se pueden hacer donaciones de leche en el Hospital de la Mujer y con eso, darle un poco de sentido, a tanto sin sentido. Tratemos de hablar del tema, para no volverlo un tabú ni fuera ni dentro de la familia, no actuemos como si nada hubiera sucedido, porque sí sucedió y trajo el mismo dolor que cualquier duelo.
¿Ustedes sabían de la existencia de las cunas de abrazos? ¿Les gustaría saber más al respecto? ¿Creen que serían de utilidad en los hospitales de nuestro país? Recuerden que esperamos sus comentarios a través de nuestras redes sociales.
¡Hasta pronto! Nos leeremos nuevamente desde el diván.