La semana pasada se llevó a cabo como cada año desde 1990, la Semana Mundial de la Lactancia Materna
La semana pasada se llevó a cabo como cada año desde 1990, la Semana Mundial de la Lactancia Materna que busca promover la lactancia como una de las acciones fundamentales en la relación madre e hijo, sin embargo, poco se habla de la lactancia cuando ha ocurrido la pérdida del bebé durante el embarazo, cuando la vida se ha perdido antes de iniciar.
La mayoría de madres que ha sufrido una pérdida perinatal que se refiere a la pérdida de un bebé durante el embarazo o en los momentos previos o posteriores al parto, no sólo se enfrentan a un duelo que es poco reconocido y que está normalmente asociado a mucha culpa y autorreproches sobre lo que cree que pudo haber hecho para evitarlo y son pocas las personas que se prestan a escuchar sin querer “consolar” con frases como no te preocupes, puedes tener otros hijos… (entre muchas otras) por eso se considera una pérdida complicada porque muchas veces no hay ni siquiera un cuerpo con al que se puedan llevar a cabo los ritos tradicionales, lo cual no permite que se legitimen, facilite y reconforte a la madre que además tendrá que enfrentar los recordatorios en su cuerpo que se preparaba para la vida, tal como ocurre con la lactancia.
El duelo perinatal no sólo es una pérdida inesperada, sino que enfrenta a muchas situaciones implicadas que vive muchas veces en soledad, como ser llevada al área de los hospitales donde están las otras madres con sus bebés vivos, de la misma manera, salir con los brazos vacíos y enfrentarse a todos los preparativos que había en casa y vendrá el enfrentar el dar la noticia y esperar las respuestas bienintencionadas pero que pueden llegar a lastimar e insulso marcar por mucho tiempo a esas madres dolientes.
Una vez en casa y con el dolor de los preparativos de todas aquellas cosas que ya no se usarán, viene el proceso en el que baja la leche como recordatorio de lo que esperaba. Suele ser un momento muy complicado de transitar, pues las madres dolientes deben ayudar a su cuerpo a dejar de producir leche lo cual suele ser doloroso física y emocionalmente.
Algunos consejos que da el Children’s Hospital And Clinics of Minnesota son:
Quedarse parada bajo la ducha caliente y dejar que el agua corra por los pechos para estimular la salida.
Sumergirse en agua caliente para que gotee algo de leche.
Usar un extractor de leche
Usar un sostén cómodo, no vendarse.
Colocar hojas crudas de col lavadas y frías dentro del sostén, reemplazándolas cada dos horas.
Aplicar compresas frías durante de 5 a 15 minutos para aliviar el dolor.
Beber té de salvia.
Siendo lo más importante, siempre estar bajo vigilancia médica pero no olvidar que es un asunto muy importante de atender, pues aunado al dolor emocional, puede provocar mucho mayor malestar.
Si ya se estaba amamantando al bebé antes de su partida, es válido no querer cortar inmediatamente la producción y esa decisión debe ser tomada en cuenta, dejando que la madre vaya a su propio paso pues para algunas, es una forma de seguir conectadas con sus bebés. También es válido donarla, a través lugares especializados como el Hospital de la Mujer de la ciudad de Puebla que cuenta con un banco de leche o acudir a los servicios de salud estatales que pueden orientar sobre las maneras de hacerlo, pues pueden beneficiar a los recién nacidos prematuros, con alguna enfermedad o cuyas madres no pueden amamantarlos, siendo una manera de honrar a su propio bebé, donando vida.
Cualquier que sea la decisión de la madre doliente, debe ser respetada pues si bien hay varias opciones, la única experta en sí misma es ella y por eso tendrá que decidir. Es muy importante si conocemos a alguien que está atravesando por éste tipo de pérdida, validemos su sentir y recordemos que perdió un hijo, sin importar si fue durante el embarazo o poco después y que eso duele igual que si hubiera sido mayor. Si no sabemos qué decir, aprendamos a escuchar y tan sólo estar ahí para brindar apoyo, pues lo que más necesita alguien en duelo, es hablarlo aunque lo haya hecho ya.
Recordemos que la lactancia es vida, pero también en algunos casos, está aunado a la paradoja de la muerte antes de empezar.
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¡Hasta pronto! Nos leeremos nuevamente desde el diván.