Disputaban un yacimiento de oro en Arequipa, Perú
Al menos 15 personas muertas fue el saldo del enfrentamiento que se suscitó entre dos grupos de trabajadores mineros que buscaban apoderarse de un yacimiento de oro y cobre en la región andina de Arequipa, Perú.
“Son víctimas de actos cobardes, se les ha acribillado con armas de largo alcance”, dijo en entrevista con RFI, Elmer Pinto Cáceres, consejero regional.
A continuación reproducimos la nota de RFI:
En Arequipa, al menos 15 mineros han muerto en una de las peores matanzas de los últimos tiempos. Ha sido en la provincia de Caraveli, en un corredor minero donde abunda la minería artesanal y las concesiones a grandes empresas. Una zona remota, en la que la presencia del Estado y las fuerzas del orden es nula. El consejero regional Elmer Pinto Cáceres afirma que “son gente muy modesta, que se gana el pan trabajando muy duro. A mí me afecta mucho que estos mineros artesanales hayan sido víctimas de actos cobardes, se les ha acribillado con armas de largo alcance”.
Integrantes de la policía y del ejército fueron desplazados al lugar para “restablecer el orden”. También el ministerio público envió un representante con el fin de determinar “quién o quiénes son los responsables de esta matanza”, precisó Cáceres.
En los años 90 a través de la ley de promoción a la inversión minero, muchas empresas obtuvieron concesiones para explotar el oro y el cobre. También fueron acudiendo mineros ilegales o artesanales.
Fue en esos años que el gobierno de Alberto Fujimori realizó grandes concesiones de tierras. “Muchas empresas extranjeras y algunas nacionales han utilizado esa modalidad para instalar sus plantas, y prácticamente extorsionan y sangran el trabajo de los mineros artesanales, condicionándolos a que su producción sea llevada a su planta”, acusa el consejero regional, quien añade que ahora las empresas concesionarias piden de los mineros hasta 20 por ciento de su producción. “Aquí impera la ley del más fuerte”, asegura.
Según explican los pobladores de la zona, los mineros habrían sido presuntamente atacados por hombres contratados por las empresas como agentes de seguridad.
ma