En el Ecocampus Valsequillo se han sembrado 10 mil ejemplares y este año se sumarán dos mil más
El compromiso y la conciencia sobre el medio ambiente son directrices que han creado líneas de investigación y desarrollo de tecnologías sustentables en la BUAP, además de acciones puntuales de su comunidad. Las campañas de reforestación y restauración de suelos y áreas verdes han dado como resultado que más de la mitad de la superficie de Ciudad Universitaria (CU) sea un espacio arbolado.
De 100 hectáreas que conforman la superficie de CU, 55 por ciento son espacios verdes, incluidos el Jardín Botánico, andadores y áreas deportivas, de acuerdo con Diego Ariel Riva, coordinador de Gestión Ambiental, de la Coordinación General de Desarrollo Ambiental. Es decir, hay en promedio 10 metros cuadrados de áreas verdes por alumno, por arriba de lo establecido por la Organización Mundial de la Salud (ocho metros cuadrados por persona en zonas urbanas).
Este logro deriva del Plan Maestro para la Sustentabilidad de Ciudad Universitaria, aprobado en 2015 para no sobrepasar índices nacionales e internacionales en cuanto a áreas verdes, volúmenes de construcción y aguas tratadas. Es decir, establece un equilibrio entre espacios construidos y áreas naturales.
En esa dirección y para contribuir a disminuir el daño ambiental, de 2013 a 2017 se plantaron 6 mil 566 árboles en distintas áreas de CU, lo cual equivale a la captación de 250 toneladas de bióxido de carbono (CO2) al año, indicó el coordinador de Gestión Ambiental.
Además, de 2018 a 2020 se llevó a cabo la campaña “Adopta un árbol”, mediante la cual los universitarios plantaron 500 árboles en CU, Facultad de Artes y en el Área de la Salud, cifra que representa la captación de 17 toneladas de CO2. El año pasado se convocó a la sociedad a sumarse a esta iniciativa y se donaron mil 50 árboles, entre estos 50 de aguacate germinados en invernaderos universitarios, para captar más de 35 toneladas de CO2 al año.
Para garantizar la supervivencia de estos ejemplares existe una comisión de áreas verdes, integrada por alumnos y docentes de la Facultad de Ciencias Biológicas, e investigadores del Jardín Botánico Universitario, quienes brindan asesorías, mantenimiento a los árboles sembrados en instalaciones universitarias y control de plagas.
Acciones que suman
Reforestar es más que plantar un árbol, ya que involucra otras acciones, como la reproducción de especies vegetales, restauración de suelos y áreas verdes, así como la elaboración de guías y manuales. Por ejemplo, el vivero universitario se terminó de construir a principios de 2020; es un espacio modular en el que estudiantes de servicio social y práctica profesional realizan producción, manejo y cuidado de organismos vegetales para las reforestaciones de la universidad, indicó Diego Ariel Riva.
Otra acción puesta en marcha es la construcción de jardines y andadores para polinizadores, espacios de resguardo para atraer insectos que mantengan el sistema de reproducción de plantas y alimentos, además de contribuir a revertir el impacto ambiental por la invasión de zonas verdes.
Asimismo, se tiene un programa de restauración de suelos y áreas verdes en CU, el cual busca sustituir gradualmente especies invasivas por nativas de la región; es decir, eucaliptos por encinos y ahuehuetes. “Retiramos algunos árboles muertos y viejos. Se han quitado alrededor de 138 eucaliptos de diferentes tamaños que se sustituirán por 100 encinos, para recuperar el suelo. El eucalipto no permite el crecimiento de otras especies debajo de este, por lo que desertifica el suelo”.
Todas estas acciones se acompañan de guías y manuales sobre la correcta plantación y cuidado de las especies vegetales. “Estas guías se envían a quienes adoptan árboles y realizan reforestación, para que conozcan su cuidado, hagan una correcta plantación, riego y demás requerimientos para su crecimiento”. De igual manera, está en proceso de elaboración un manual de prácticas de reforestación, poda y cuidado de las áreas verdes.
Reforestación en otras sedes universitarias
La promoción de áreas verdes no sólo es un hecho palpable en CU; estas acciones se replican en sedes regionales. En 2015 se estableció la Red de responsables ambientales en campus regionales, integrada por 95 responsables y 14 líderes estudiantiles, quienes a su vez conforman colectivos para la gestión ambiental de la institución en cuanto a consumo de agua, energía y residuos. De esta manera, se logra la suma de unidades académicas y dependencias administrativas.
En el caso del Ecocampus Valsequillo, el Jardín Botánico Universitario puso en marcha un proyecto de conservación de suelos y reforestación en 2018. A partir de entonces se han plantado 10 mil árboles en colaboración con el Instituto de Ciencias de la BUAP, a través del Centro de Agroecología, y la coordinación de este campus.
Jesús Francisco López Olguín, director del Jardín Botánico Universitario, notificó que este año se plantarán 2 mil especies nativas de la región en el área frente a Africam Safari y por la entrada principal, del lado de la localidad de San Pedro Zacachimalpa. La jornada de reforestación se realizó este 5 de junio, en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente.
Las especies sembradas fueron Quercus micropylla (encino), Q. germana (encino), Q. sartorii (encino), Q liebmanii (encino); Vachellia farnesiana (Huizache), Ipomea pausiflora (Cazahuate), Cascabela tevetiodes (retama o solimán), Rush stanley (nube o cenicillo), Tecoma stans (tronadora), Juniperus flaccida (Juniperus), Juniperus spp (Juniperus), Dodonea viscosa (jarilla), Dermatophyllum secundiflorum (frijolillo), Bacharis salicifolia (azumiate) y Eynsenhartia plistachya (palo dulce).
Estos ejemplares fueron reproducidos en el Jardín Botánico a partir de germoplasmas, generalmente semillas. “Introducimos especies que puedan tener algún nivel de riesgo, porque en su hábitat natural existen pocos individuos debido a que se comercializan ilegalmente situando en peligro a la especie, y allí dentro del Ecocampus las podemos cuidar y conservar”.
López Olguín detalló que durante todo el año se visitan periódicamente las áreas reforestadas para darles mantenimiento, ya que existen condiciones adversas para el crecimiento del árbol, por lo que se realizan podas para dar formación a los árboles, se colocan soportes para evitar su doblez y se les forman cajetes para retener agua.
Por otra parte, dio a conocer que se pretende establecer en cada sede regional de la institución un área de conservación de especies amenazadas y de interés alimentario y medicinal para los habitantes de cada comunidad. Para ello, se considerarán las condiciones de cada ecosistema del estado: suelo, clima y tipo de vegetación; además se impartirán talleres a los estudiantes y a la sociedad en general sobre las especies en cuestión y su aprovechamiento.
Con estas iniciativas, la BUAP refrenda su compromiso para mejorar el entorno y la calidad de vida de la ciudad, puesto que los árboles son de importancia en la reducción de las emisiones de CO2 y en la regulación del uso de la energía producida por combustibles fósiles, además de mitigar el efecto invernadero.