Hizo un llamado al presidente del tribunal para que promueva la cultura de legalidad y no permita la violencia vicaria
Luz Arredondo representante del Frente Nacional contra la violencia Vicaria además de luchar por los derechos de las mujeres en Puebla, a vivir una vida libre de violencia, sigue en la lucha propia por mantener la guarda y custodia de su menor hijo, tras de haberlo recuperado de manera física el pasado octubre 2021.
Recuperar a un niño después de una sustracción de 18 meses, la violencia vicaria sigue presente por el desahosociego constante por la violencia insticional que se vive por parte del padre de mi hijo en colaboración con la instituciones jurídicas, en este caso el Juzgado Familiar.
Es así como dentro del segundo juzgado familiar del distrito de Puebla despliega una serie de acciones inconsistentes e incongruentes tales como:
1. Dilaciones en emitir una resolución importante como lo es, sentencia interlocutora de planilla de liquidación de pensiones vencidas, derivadas de mi solicitud de los alimentos que no proporciono desde 2017 hasta 2020 que fue cuando lo sustrajo. Teniendo más de meses sin emitir la sentencia correspondiente, no importandole que ese dinero sería destinado al bienestar de mi menor hijo.
2. El solapamiento de violencia económica ejercida del padre hacia su menor hijo, ya que el juzgado familiar permitió que el padre lo diera de baja de la institución educativa a la que el menor acudía, solo por el hecho de haber regresado a vivir con mamá.
3. La imparcialidad a la hora de acordar promociones del padre de Luka y acprdar promociones de mama. Otorgandole un beneficio al señor para acordar en un tiempo menor a 24 horas y para promociones mias tarda hasta 3 semanas, o 4 dias aun cuando fuer algo urgente de resolver.
4. La nula perspectiva de genero al justificar una inasitencia de convivencia, toda vez que presenté receta medica por endometriosis padecimiento que tengo desde hace muchos años atras, y que para nada me incapacita en mi rol como madre, solo en ocasiones esporádicas imposibles de prevenir me impide moverme por el alto dolor pelvico que se genera. La autoridad no sólo permite que sea discutida a pesar de presentar un certificado medico de institucion pública, sino que permiten y solapan que el papá pretenda ocupar dicho padecimiento para declararme como incapacitada en el cuidado de mi hijo.
5. Se me notifican acuerdos de madrugada o bien el mismo de día en el que de manera dolosa deba presentar al menor para provocar incumplimiento de mi parte y se pueda configurar de esa manera arresto.
6. El juez permite que mi hijo sea molestado en su entorno educativo al pedir informes sobre las causas y razones por las que no permite que mi hijo reciba llamadas telefónicas durante sus actividades escolares, permite y solapa hostigamiento hacia los directores del plantel educativo a donde mi hijo actualmente cursa segundo grado de primaria.
7. El juez familiar permite que el padre entregue lo que quiere y manera unilateral la escasa pensión alimenticia que el padre le otorga a nuestro hijo, permitiendo que la cantidad destinada para pensión sea a través de umas a pesar de criterios de la corte que contravienen esa unidad de medida, ya que es muy inferior a que si se decretara con base al salario mínimo.
8. Por último y no menos importante, el juez en un intento por generar mediación entre las partes, ha tenido expresiones que vulneran el libre desarrollo de mi personalidad y mi libre determinación al insistir en que deberíamos haber permanecido juntos como núcleo familiar pero que he decido vivir así en pelea.
Todo esto es la suma de falta de perspectiva e imparcialidad que genera el segundo juzgado familiar a cargo del juez Julio Vargas Dominguez y de su reciente adscripción como secretario de acuerdos de el licenciado Francisco Rafael Fajardo Peña.
Por eso hacemos un llamado al presidente del tribunal a que siga pendiente y promoviendo la cultura de legalidad, a que no siga permitiendo el desconocimiento y la permisividad sobre la violencia vicaria que ejercen las ex parejas sobre mujeres y niños