El gobernador, José Antonio Gali reveló que en la zona ya empezaron trabajos de investigación y rescate por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El gobernador, José Antonio Gali Fayad confirmó un hallazgo arqueológico en el Cerro de Amalucan donde la administración estatal realiza obras para la construcción de un parque urbano.
En una entrevista que ofreció a la periodista Adela Micha, el mandatario explicó que se trata de una pirámide con muchas similitudes a la ubicada en Cholula y que tiene más de mil 200 años de antigüedad.
“Es una pirámide del 1200 Antes de Cristo, estamos con el INAH rescatando la muralla de esa gran pirámide, va a ser otro atractivo de Puebla”, destacó.
Es necesario citar que desde que se iniciaron los trabajos en el cerro tanto vecinos y activistas, así como historiadores denunciaron la destrucción del patrimonio histórico con las excavaciones y en varias ocasiones solicitaron detener el proyecto.
El gobierno estatal y el delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Víctor Hugo Valencia Valera descartaron frenar las obras tras el hallazgo de restos de osamentas y vasijas de la época prehispánica.
En marzo, el funcionario expuso que el INAH se coordinará con el gobierno del estado, a fin de salvaguardar el vestigio arqueológico encontrado en la zona. También en ese entonces explicó que sería la Secretaría de Infraestructura la encargada de aportar los recursos para el rescate de vestigios debido a que ellos son los que realizan la obra.
Fue el colectivo Matlalcueyetl Alseseca el que encontró restos de osamentas y vasijas prehispánicas en la zona. Hecho que el arqueólogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Eduardo Merlo Juárez estimó como suficiente para que las autoridades frenen la excavación de cepas a fin de que el INAH coloque un salvamento arqueológico.
El especialista explicó que el Cerro de Amalucan está registrado dentro de los Monumentos Arqueológicos de la Nación, además de asegurar que la punta del cerro fue donada al INAH para exploración por la familia Felman, propietarios de esa extención.