Puebla es el estado más afectado del país, donde el 47% de los niños tienen elevados niveles de plomo en la sangre, como consecuencia del uso de cerámica.

La necesidad de transformarse para preservar la salud llevó a las alfareras del municipio de San Bartolo Cohuecan a migrar a nuevos procesos de elaboración de artesanías libres de plomo.

De acuerdo con datos de la asociación Pure Earth de México, Puebla es el estado más afectado del país, donde el 47 por ciento de sus infantes tienen elevados niveles de plomo en la sangre, como consecuencia del uso de cerámica tradicional vidriada que se utiliza para cocinar y servir alimentos en hogares y restaurantes.

Daniel Estrada, director general en México, señaló que los niveles de intoxicación están por arriba de los 5 microgramos de plomo por decilitro, cuando los efectos se presentan a partir de 2 microgramos, y supera lo establecido en la NOM-199- SSA1-2000, que define los límites máximos permisibles del metal pesado.

Precisó que esto afecta principalmente a niños en su desarrollo cognitivo, y puede causarles daño cerebral permanente y pérdida de capacidades intelectuales.

Al presentar el segundo Encuentro de Alfareros Barro Aprobado, señaló que a través de esta iniciativa se capacita a las familias alfareras para que usen materiales libres de plomo, en dicho municipio se trabajó con 100 artesanas, quienes repercutieron en más mujeres.

En Cohuecan habitan alrededor de 5 mil 403 pobladores y, a decir de José Luis Castillo Medina, regidor del municipio, la mayoría de sus habitantes se han dedicado a la alfarería por generaciones.

Ahora, las mujeres alfareras buscan transformar una de las tradiciones más antiguas: el uso de esmaltes a base de óxido de plomo, también conocido como “greta”, aunque es tóxico, es lo que da brillo a las piezas.

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Manos mágicas de mujeres en Cohuecan

Margarita Pérez, mujer de 74 años de edad, es una de las artesanas que por año y medio recibió capacitación para elaborar cazuelas, ollas, tasas y otros utensilios de barro que tienen un vidriado brillante con esmaltes libres de plomo.

La mujer nació en una familia que se dedica a fabricar objetos de barro cocido. A los 8 años aprendió a trabajar el barro y elaboraba jarras para beber café, y con el paso del tiempo aprendió a elaborar nuevos utensilios de cocina.

Platicó que Netzi Peralta, integrante de Pure Earth, fue quien la invitó a participar en los `círculos de mujeres`, un espacio dedicado al aprendizaje de nuevas técnicas de esmaltado libre de plomo; reconoció que al principio no fue fácil porque no le salían las piezas, empero, con el transcurso del tiempo fue aprendiendo la preparación y los tiempos del primer y segundo fuego, para que las piezas quedaran listas.