Una gran noche, con un público entregado, que significó la despedida de una de las bandas de rock latinoamericano más importantes.
El tour Gracias Totales, fue de los últimos en pisar la CDMX, antes del más de año y medio de silencio que tuvimos en el mundo. Aunque parecía la última visita a nuestro país, Zeta Bosio y Charly Alberti regresaron para una despedida definitiva en el Palacio de los Deportes la noche de ayer. Un escenario que conocen a la perfección, y así lo demostraron durante cerca de dos horas de show.
Con el recinto a su merced, cerca de las 9 de la noche, el bajista y baterista originarios de Argentina salieron a escena para iniciar la velada con una auténtica Sobredosis de TV. Con una increíble apertura, siguieron los temas: Hombre al agua, Disco Eterno y El Rito.
Era el momento que uno de los invitados principales de la noche saliera al escenario. Rubén Albarrán, vocalista de Café Tacvba, acompañó a la banda argentina para interpretar Lo que sangra (La cúpula).
Las sorpresas no paraban, y de pronto, Julieta Venegas se apoderó del micrófono y darle voz a Signos.
Al unísono de “Sodaaaa, Sodaaaaa”, el público no dejaba de ovacionar a los estelares de la noche, quienes no dejaron de mostrar su gratitud; mientras en todo momento las pantallas proyectaban recuerdos de la banda en sus visitas anteriores a nuestro país. Fue entre los años de 1988 a 1992, cuando liderados por Gustavo Cerati, visitaron algunos centros turísticos de nuestro país, como las pirámides de Teotihuacán. Momento que pudimos apreciar proyectado en el Palacio de los Deportes.
Con Juegos de Seducción y Zoom, la noche apuntaba a su máximo esplendor, pues los temas más emblemáticos de Soda Stereo ya resonaban en el recinto. Fue así, que con la voz de Adrián Dárgelos, de Babasónicos, a quien pudimos ver proyectado, el Palacio entonó Trátame suavemente.
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El desfile de los invitados no terminaba; Andrea Echeverri, cantante de Aterciopelados, pisó el escenario para interpretar el tema Pasos.
Uno de los momentos más emocionantes de la noche, fue la entrega del público para corear En la ciudad de la furia, interpretada por Cerati, quien se proyectaba a lo grande de las pantallas, y provocó la emoción y melancolía de los presentes.
Sin duda, una presentación que quedó marcada por la emotividad provocada por el homenaje que le rindieron los invitados a Gustavo Cerati. Draco Rosa salió a interpretar En remolinos; y posteriormente, Gustavo Santaolalla y Mon Laferte, fueron proyectados para interpretar Cuando pase el temblor y Un millón de años luz, respectivamente.
La recta final del concierto, no podía tener un mejor escenario que con los temas: Persiana Americana, con la voz de Cerati; Prófugos, con Juanes, Primavera 0, y por supuesto, De música ligera, con nada más y nada menos, que, Chris Martin de Coldplay, para cerrar con broche de oro.
Una gran noche, con un público entregado, que significó la despedida de una de las bandas de rock latinoamericano más importantes de la historia de nuestro país.