La mayoría han sido localizadas por sus familiares sin ayuda de las autoridades estatales, tres aún no aparecen, entre ellas Karla Romero.


La Red Retoño detectó y brindó acompañamiento en 17 casos de niñas desaparecidas del municipio de San Pablo del Monte, de las cuales hasta el momento 14 han sido localizadas y rescatadas, en su mayoría, por familiares, mientras se encontraban siendo víctimas del delito de trata de personas y abuso sexual.

Lo anterior, fue dado a conocer al concluir el foro de análisis de contexto sobre la Violencia contra las Mujeres en Tlaxcala, organizado por el Colectivo Mujer y Utopía (CMU) que tuvo sede en el salón blanco del Congreso del Estado.

Fue Miriam Pascual Jiménez, abogada de la Red Retoño, quien explicó que esos casos de desaparición de niñas en el municipio del sur del estado de Tlaxcala, fueron documentados a partir de la desaparición de Karla Romero Tezmol de 11 años el 13 de enero del año 2016.

Explicó que de esos eventos, tres aún no han sido esclarecidos, entre ellos el de Karla Romero, mientras que 14 de las niñas han sido localizadas, la mayoría gracias al trabajo de localización que han emprendido los familiares, toda vez que las autoridades de procuración de justicia en la entidad han mostrado incapacidad para dar resultados en ese sentido.

En ese sentido, Miriam Pascual explicó que la autoridad informa que localizan a las niñas pero no existe información precisa sobre las condiciones y las situaciones en las que fueron localizadas.

“Manejan que son encontradas pero ni siquiera hay una base de datos que te respalde esa información, preguntas a la PGJE y dicen que ya todas fueron encontradas pero no lo demuestran porque no tienen cómo hacerlo, son como cifras en su imaginario, lo otro es que no hay una mesa especializada sobre el tema de la desaparición, no hay una fiscalía, no hay un protocolo es como si no pasara nada aquí”, señaló.

Además dijo que existe un desconocimiento del mecanismo que existe como Alerta Amber, del cual no hay una aplicación correcta, porque en el caso de Karla Romero se activó días después de su desaparición lo que llevó a perder tiempo crucial en las tareas de localización.