En la época colonial fue cuando se incluyó el caballo que permitió hacer más rápidas las entregas y apoyar así al cartero.
El cartero existe desde antes de la llegada de los españoles, éstas personas eran corredores, poseían una grandiosa condición física, recorrían grandes distancias con el objetivo de hacer entregas rápidas y eficientes.
En el imperio Azteca los carteros crearon el sistema de relevos, principalmente para mantener en óptimas condiciones la salud de los carteros quienes se alojaban en torres que se ubicaban cada 10 kilómetros, ahí esperaba el relevo.
En la época colonial fue cuando se incluyó el caballo que permitió hacer más rápidas las entregas y apoyar así al cartero.
En la época del imperio de Maximiliano se inició con los primeros buzones y sobres postales para mayor control. Con la instauración del ferrocarril, en la época del Porfiriato, este sistema fue más eficiente, y se inició con la construcción del Palacio Postal, que continúa en función.
Y fue en tiempos de la revolución, que un tren cargado con 50 millones en oro y correspondencia militar tuvo un accidente aparatoso, el cual cobró la vida de aproximadamente un centenar de personas. El cartero, en un acto de valentía y honestidad, prefirió recuperar todo el oro y los paquetes postales posibles, para regresarlo hasta su destino.
Esta hazaña la realizó un trabajador postal, un 12 de noviembre de 1931, acto que fue premiado con la conmemoración oficial del día en honor a los empleados del Servicio Postal y fue a cargo del presidente Pascual Ortiz Rubio, y años después, en 1947 se emitió por vez primera una estampilla dedicada a este oficio.