El Dr. Javier de la Hidalga Wade falleció el pasado 19 de junio en la ciudad de Puebla, mientras que el Dr. Oleksandr Malik murió el 17 de octubre en Cholula.
Con una emotiva ceremonia virtual, este día fueron recordados los doctores Oleksandr Malik y Javier de la Hidalga Wade, ambos investigadores de la Coordinación del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), fallecidos durante este año.
El Dr. Javier de la Hidalga Wade falleció el pasado 19 de junio en la ciudad de Puebla, mientras que el Dr. Oleksandr Malik murió el 17 de octubre en Cholula.
En el evento, el Dr. Daniel Durini Romero, Director de Investigación y Desarrollo Tecnológico del INAOE, comentó: “Hablar de Malik es hablar de la historia de la Guerra Fría, de la Segunda Guerra Mundial, es hablar de la gran contribución que realizaron todos los científicos soviéticos tras la caída del bloque socialista de Occidente. Hablar de Oleksandr Malik es hablar de la pasión por la ciencia y de su constante preocupación de las nuevas generaciones” .
El Dr. Durini relató que conoció al Dr. Malik “en el primer año de la maestría, y a pesar de las dificultades por el idioma, mis ganas de aprender y sus ganas por enseñarme revolucionaron mi vida. Tuve la fortuna de no sólo ser su estudiante sino de compartir historias y una gran amistad”.
Agregó que durante sus estudios de maestría, Malik le solicitaba investigar diferentes temas, lo cual lo llevaba a trabajar arduamente en laboratorio y leyendo libros y libros para estar preparado y llegar los domingos, “día asignados a revisión de lo investigado, yo pensando qué me preguntaría del tema. Sin embargo, él me cuestionaba de otro tema del cual no tenía ni idea y de lo que me pedía al final del día revisar e investigar de nuevo. Sin duda hicimos un gran equipo. Mi más profunda admiración y respeto por Oleksandr Malik”.
Por su parte, el Dr. Edmundo Antonio Gutiérrez Domínguez, Director General del INAOE, recordó con mucho cariño y respeto al Dr. Javier de la Hidalga: “Mi primer acercamiento con él fue como sinodal de su tesis de maestría, ahí me sorprendí de que Javier no usó ninguna presentación y sólo nos dijo “hagan las preguntas que quieran”, así lo recuerdo con esa personalidad, con esa chispa que lo convirtió en un gran científico”.
Después de ese primer contacto, añadió, decidió trabajar su tesis de doctorado con el Dr. Gutiérrez y conforme transcurrieron los años se integró el Dr. Jamal Deen, de la Universidad Simon Fraser de Canadá, “lo cual fue una experiencia muy agradable porque eran los primeros años en los que se empezó a hacer investigación en electrónica a bajas temperaturas o lo que se conoce como crioelectrónica, así que hace 23 años Javier de la Hidalga terminó su tesis doctoral”.
“Hay muchas anécdotas que contar de Javier, sobre todo cuando coincidimos en Canadá, tengo recuerdos muy alegres y espontáneos, así como lo era él”, concluyó.
Investigadores como Joel Molina, Gordana Jovanovic Dolecek, Arturo Sarmiento, Carlos Zúñiga y Peter Halevi recordaron con mucho cariño a ambos investigadores, coincidiendo con anécdotas muy divertidas en las que describieron el amor por sus mascotas, por la fotografía, su gran sentido del humor y su pasión por la ciencia.
En este contexto, la Dra. Gordana Jovanovic Dolecek dijo: “Es muy triste para mí regresar después de la pandemia y ya no poder decirles a los dos “buenos días, vecinos”. Malik amaba la fotografía, y muchas veces me daba consejos de comida y estaba lleno de optimismo. Malik y Javier eran dos de mis mejores amigos y colegas. Personas muy queridas por sus familiares, amigos y colegas, personas muy importantes para nuestro Instituto”.
A su vez, el Dr. Arturo Sarmiento señaló: “yo le llamaba Sasha a Malik, no hay nada qué hacer al respecto de la muerte de alguien, nunca hablábamos de trabajo, tratábamos siempre de conversar de temas vivenciales, de detalles cotidianos, de su perros y sus aventuras en diferentes lugares, el amor por la fotografía y las terribles discusiones por los detalles técnicos de las cámaras fotográficas que le enseñaba”.
Ambos investigadores dejaron una huella profunda en el INAOE, donde siempre serán recordados con cariño y admiración.