A diario descienden del Parque Nacional unas 70 camionetas cargadas de troncos

Es incalculable el número de árboles que cortan taladores en la montaña del Parque Nacional Malinche, la cual se ha convertido en una “empresa libre” para comercializar madera al mejor postor, según el guardabosque voluntario, Ángel Luna, quien calculó que en la zona hay 210 empresas o grupos dedicados a esta actividad ilegal y cada uno emplea de seis a ocho trabajadores para derribar árboles adultos y jóvenes.

El activista manifestó que esta situación la han expuesto a diversos presidentes de México pero no han logrado nada, pues ninguna autoridad del ámbito federal y estatal han hecho lo suficiente para frenar la tala clandestina, nadie ha contestado los oficios que han hecho llegar a las autoridades.

Incluso, dijo que a diario descienden de la Malinche 70 camionetas cargadas de árboles, situación que debe frenarse a la brevedad, de ahí su interés por buscar acercamiento con la Gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, misma que ha anunciado una serie de medidas para acabar con el descontrolado problema.

Ángel Luna consideró que es indispensable que en la Malinche se coloquen más casetas de vigilancia para restringir el ingreso y salida de la montaña.

Aunado a lo anterior, con la llegada de la temporada navideña se registra otro problema, ya que familias de municipios aledaños suben al bosque y por cada casa cortan dos arbolitos, ello provoca una afectación de tala de 10 mil ejemplares que engalanan hogares de San Isidro y Canoa.

De paso, evidenció que la tala clandestina no es sencillo de extirpar, ya que las propias autoridades municipales, federales y estatales están coludidos con los talamontes, incluso preparan banquetes para congraciarse con ellos y permitir así el saqueo en contubernio con delincuentes que por años han afectado el bosque.

Para demostrar su dicho, mostró fotografías y videos de la operación que hacen taladores en el Parque Nacional la Malinche, con el fin de que la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros conozca a fondo el verdadero problema.

Asimismo, pidió que los recursos que manejan para estos fines la PROFEPA, la SEMARNAT y CONAFOR se apliquen realmente, ya que desconocen el verdadero destino del dinero.

El activista, detalló que son 25 vigilantes voluntarios, número que es superado por los 200 talamontes, por lo que es necesario el respaldo de las autoridades estatales para realizar un mejor trabajo.

Y es que, aunque se intentó sostener una reunión en materia de seguridad y cuidado del bosque fueron ignorados, confió que con el cambio de las nuevas autoridades locales tengan respuesta.

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