Conocer las tendencias del mercado en cuestiones de consumo, panorama económico y avances tecnológicos potenciará la adaptabilidad

Según la paradoja de Stockdale, un exceso de optimismo puede conducir a un espiral de negatividad producido por la desilusión de las expectativas sin cumplir. Su principal enseñanza es el valor de vivir en la realidad para aprender de ella, especialmente durante una época cambiante como actual.

Entre todas las lecturas que ofrece la pandemia, una de las primordiales debe estar orientada a la configuración de modelos económicos más justos. Para el Ing. Arnol Escoto Cervantes, director general de Microsip, la nueva estructura socioeconómica tendría que atender problemáticas como la pobreza, desigualdad de género y el cambio climático, poniendo siempre a las personas en el centro.

El empresario compartió con el alumnado del Departamento de Negocios de la IBERO Puebla cómo su gremio resintió los estragos de la emergencia sanitaria en la forma de cierre de actividades no esenciales. La intermitencia de operaciones llevó a despidos multitudinarios que obligaron a las personas a encontrar sustento en la precariedad del mercado informal. “Según el Banco Mundial, entre 80 y 100 millones de personas cayeron en pobreza extrema en 2020”.

Las nuevas condiciones de los mercados han levantado nuevos cuestionamientos sobre la sostenibilidad de los modelos de negocios, tanto en cuestiones de producción y distribución como en el cambio de hábitos de consumo de los clientes. Aun así, hay esperanzas: estudios revelan que cerca del 50% de las empresas estadounidenses surgieron durante algún periodo de crisis.

Esto fue posible gracias a la ruptura con las viejas prácticas. Escoto Cervantes identificó la consolidación del comercio electrónico como el horizonte al que todas las empresas tendrán que apuntar para conservar su competitividad. “Tenemos una gran oportunidad para dar un salto a la transformación digital. El mundo cambió: tenemos que ser creativos”.

La adopción de la tecnología como vehículo para el intercambio con la clientela permite explorar nuevas formas de comercializar y generar valor. No obstante: “el e-commerce no es una estrategia como tal, sino que hace que la estrategia que tengas funcione”. Arnol Escoto recordó que la transformación digital implica un proceso de apertura a los inminentes avances tecnológicos.

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