La Concanaco pidió 70 millones de pesos de recursos públicos al Inadem para la capacitación, pero sólo simuló el apoyo y desvió el dinero a sus cuentas.
La Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco) pidió 70 millones de pesos de recursos públicos al extinto Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem) para supuestamente capacitar a pequeños comerciantes en el uso de tablets para hacer cobros con tarjeta, pero en vez de ayudarlos, en realidad sólo simuló el apoyo y desvió el dinero a sus cuentas.
Así lo describe la auditoría forense realizada por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) a los recursos públicos federales que la Concanaco recibió del Inadem durante los años 2014, 2015 y 2016, en la que encontró que al menos 291 millones de pesos, que servirían para financiar 141 proyectos de capacitación de microempresarios, fueron desviados a las cuentas bancarias de los directivos de la Confederación.
De esos 291 millones, 70 corresponden al proyecto de capacitación de tablets para el cobro con tarjetas de crédito.
El proyecto de las tablets es uno de los proyectos más cuantiosos, en el que además participó el Consejo Coordinador Empresarial como intermediario para transferir el dinero del Inadem a la Concanaco.
Las empresas Celular Milenium, propiedad de uno de los directivos de Concanaco, y EMCO Soluciones de Software, cuyo domicilio fiscal es inexistente, fueron las que resultaron beneficiada con transacciones por 24.6 millones y 20.9 millones para la primera y 2.6 millones para la segunda.
Los conceptos correspondieron a que Celular Millenium aportaría las más de 15 mil tablets y conexión a internet y EMCO aportaría sólo conexión a internet.
No obstante, la ASF encontró que la Concanaco no acreditó con documentación comprobatoria la entrega de las 15 mil 86 tabletas a los microempresarios.
Por ejemplo, no demostró que hubiera documentos con la información de la planeación de ruta de entrega, la ruta de entrega, recibos de las entregas y condiciones de las 15 mil 86 tabletas entregadas en el destino, documentación que acreditara al personal que entregó y recibió las tabletas enviadas y entregadas, relación del número de tabletas entregadas por destino, números de guía de envío, o cualquier documento que reflejara la logística de entrega de las tabletas.
En este proyecto, estudiantes del Conalep serían los que capacitarían a los pequeños comerciantes, pero eso también fue sólo una simulación.
“El Conalep no proporcionó a la ASF la documentación comprobatoria del seguimiento y ejecución del proyecto ni los oficios de solicitud y respuesta de las Direcciones Generales Estatales del Conalep por medio de los cuales les confirmaron el número y el nombre de los alumnos seleccionados para el proyecto ‘Tutores Tecnológicos’”, dice la auditoría.
Ese proyecto supuestamente recibiría también recursos privados por parte de la Concanaco, que se complementarían con dinero público, pero la Confederación simuló aportar 17.5 millones de pesos, el cual sólo movió a través de cinco cuentas bancarias para regresar a su propia cuenta, de la que había salido originalmente el dinero.