En 1910, es inaugurada la Universidad Nacional de México, actualmente UNAM

Un día como hoy, pero de 1969, muere en la Ciudad de México, Adolfo López Mateos, presidente de México entre 1958 y 1964. Es el último presidente priista “querido”, si no es que el único, según la revista Nexos. Se le recuerda como un hombre que tenía “don de gentes”, que era guapo, joven, amigo de la cultura, de las giras al exterior y de la revolución cubana. La amplia sonrisa, los brazos siempre abiertos y el aire de franqueza que lo acompañaban, despertaban confianza inmediata. Su esposa, Eva Sámano, pasó a la historia como una mujer austera, digna, trabajadora y discreta. El matrimonio proyectaba la imagen de la sólida clase media esforzada que había impulsado la Revolución. 

En 1862, en EE.UU. el presidente Abraham Lincoln emite la Proclamación de Emancipación, que se hará efectiva a partir del 3 de enero de 1863, mediante la cual se emancipa a aquellos esclavos que viven en territorios rebeldes, lo que significa que la proclama no es aplicable a Kentucky, Maryland, Delaware, West Virginia o Missouri, así como a los territorios confederados ocupados por los Ejércitos de la Unión. La proclama también estipula que si algún estado regresa a la Unión antes del 1 de enero de 1863, la proclamación tampoco se aplicará al mismo. Si bien Lincoln está aún dispuesto a tolerar la esclavitud, esta Proclama ya comienza a establecer el precedente de abolición. En 1864, Lincoln expresará su apoyo a una Enmienda Constitucional que abola la esclavitud. La Enmienda será finalmente aprobada el 6 de diciembre de 1865 y la esclavitud será finalmente abolida el 18 de diciembre de 1865, 8 meses después del asesinato del presidente Abraham Lincoln. (Hace 159 años)

En 1910, es inaugurada la Universidad Nacional de México, actualmente UNAM, y en 1914, por primera vez en tiempo de guerra, las capacidades de la guerra submarina se ven cuando un submarino alemán U-Boat hunde tres cruceros británicos, el Aboukir, el Hogue y el Cressy, en poco más de una hora.

En 1980, como desenlace a las continuas disputas fronterizas y ante la caótica situación política en Irán, Saddam Hussein presidente y dictador iraquí, ordena la invasión de Irán. Tras los primeros avances, la ofensiva Iraquí será rechazada. En 1982, Irak se retirará voluntariamente y buscará un acuerdo de paz, pero el Ayatolá Jomeini no querrá saber nada y continuará la lucha sin decantarse la guerra del lado de nadie, por lo que en 1988, Irán aceptará un cese de hostilidades. (Hace 41 años)

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