Lamentó que prolifere la cultura de la muerte y de descarte a través de la legalización del crimen que solo afecta a los recién nacidos en el país.
El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, lamentó que prolifere la cultura de la muerte y de descarte a través de la legalización del crimen que solo afecta a los recién nacidos en el país.
Aunque nunca se refirió concretamente al caso de Coahuila y que son inconstitucionales las penas por abortar, el jerarca de la iglesia católica pidió denunciar los atentados que se viven en contra de la vida humana.
Refirió que toda vida humana es sagrada, dejando en claro que “solo Dios puede disponer de ella”, tomando en cuenta que también se vive una fuerte crisis de salud que se originó por la pandemia del COVID-19.
Dijo que uno de los principales derechos del que tiene el ser humano, es el derecho a la vida, por lo que debemos de ser respetados como personas, desde el momento de la concepción, hasta la muerte natural.
“Por eso la iglesia que es madre y maestra, es madre de las mujeres que están embarazadas, como de las que sufren cualquier expresión y violencia, así como también el concebido y el no nacido, más allá de una resolución en un asunto judicial, la iglesia abraza, respeta y promueve la vida”, concluyó.