Existen evidencias que sugieren que los patios eran lugares de residencia para grupos familiares; hay una gran cantidad.
Cantona es un sitio arqueológico localizado en el oriente de México, específicamente en el estado de Puebla, haciendo frontera con el estado de Veracruz.
Fue una de las ciudades mesoamericanas con mayor grado de urbanización, quizá fundada hacia el final del período preclásico tardío. La época de su mayor apogeo corresponde al período epiclásico, es decir, al período en el cual Teotihuacán dejó de ser el principal centro de poder en la región del Altiplano Central.
Se considera uno de los centros urbanos más grandes descubiertos a la fecha en Mesoamérica. Las ruinas incluyen una red de caminos de más de 500 calles adoquinadas, más de 3 mil patios individuales o residencias, más de 24 juegos de pelota y una acrópolis muy elaborada con muchos edificios y templos ceremoniales. Cantona fue abandonada tras las invasiones chichimecas en el Siglo XI.
Las controversias sobre el origen de este sitio empiezan con el nombre. Oficialmente se conoce como Cantona, regionalmente incluso como Caltonac, que pareciera provenir del náhuatl calli, casa, y tonatiuh, sol, “casa del sol”. Esta etimología es improbable, no obstante, ya que contraviene las normas lingüísticas del náhuatl.
El sitio consiste en múltiples patios, se han encontrado lugares de trabajo; obsidiana y cantera, lo que establece una división y especialización del trabajo de sus habitantes.
Existen evidencias que sugieren que los patios eran lugares de residencia para grupos familiares; hay una gran cantidad.
Se han localizado estructuras ceremoniales, como juegos de pelota, hay más de 24; doce de ellos tienen un estilo especial, denominado tipo: Cantona, integrado por estructuras alineadas, con pirámides, plazas, altares y otras estructuras.
Por sus características y el tamaño, se estima que Cantona pudo haber sido una de las ciudades más urbanizadas en el hasta ahora conocido mundo mesoamericano prehispánico.