Sobre la calle 5 de mayo, en el Centro Histórico de Puebla, desde primera hora de este jueves se observó un río de gente. La aglomeración es tal que impide la sana distancia. 

Los católicos poblanos se olvidaron de todas las restricciones por la pandemia del COVID19 y abarrotaron el exterior del templo de Santa Mónica donde se venera la imagen de Señor Jesús de las Maravillas, considerado sumamente milagroso.

Sobre la calle 5 de mayo entre 16 y 18 oriente, en el Centro Histórico de Puebla, desde primera hora de este jueves se observó un río de gente. La aglomeración es tal que impide la sana distancia. 



Es más, se observó que la gente se amontona sobre otras personas para obtener un «regalito», es decir, presentes que llevan los devotos para agradecer algún milagro o favor a la imagen de Jesús cargando la cruz. 

Al interior del templo, como medida sanitaria se reparte gel, y se hizo una sola fila que avanza de manera continúa para visitar la imagen y rezar, medida que contrasta con los que sucede en el exterior.


La mayoría de los asistentes son personas de la tercera edad y mujeres, que también reparten alimentos, como atole, tamales o mole. También hubo mariachis, por lo que esto se ha vuelto una verbena popular, pese a las restricciones que existen en materia sanitaria por la pandemia. 

Cabe mencionar que en 2020 los festejos en honor al Señor de las Maravillas se suspendieron y algunos fieles decidieron visitarlo y conformarse con orar en la banqueta y con el portón cerrado. 

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