Una nueva generación de startups de todo el mundo se propone revolucionar el mercado inmobiliario.

Las impresoras 3D, o proceso de fabricación aditiva, emplean máquinas que despiden delgadas capas de plástico, metal, cemento y otros materiales, y las depositan una encima de la otra, produciendo objetos tridimensionales de abajo hacia arriba.

Una nueva generación de startups de todo el mundo están aplicando ahora las impresoras 3D en la construcción de viviendas, afirmando que es un proceso más rápido, barato y sustentable que los métodos tradicionales. Aseguran que esta tecnología podría ayudar a combatir la escasez de viviendas, que hace subir los precios, genera hacinamientos y provoca desalojos, dejando gente en la calle.

Sin embargo, las empresas tienen que aumentar su capacidad de producción y convencer a la gente y los reguladores de que las casas fabricadas con impresoras 3D son seguras, durables y lindas de ver. Además, deben capacitar al personal que operará las máquinas e instalará las casas.

Los partidarios de esta tecnología dicen que ahorra grandes cantidades de madera, metal y otros materiales de construcción que terminan siendo descartados y llevados a vertederos. Agregan que reduce la necesidad de obreros de la construcción en momentos en que esa mano de obra escasea.

ICON

Jason Ballard, CEO y cofundador del startup ICON, dijo que el sistema de impresoras 3D puede hacer el trabajo de 10 o 20 obreros en cinco o seis oficios distintos. A diferencia de los humanos, las máquinas pueden trabajar las 24 horas del día, ahorrándole a las empresas tiempo y dinero.

ICON, con sede en Austin, Texas, usa impresoras 3D para producir viviendas de bajo costo. Ya construyó unidades para indigentes en Austin y para familias pobres de Nacajuca, en México. En lugar de producir las unidades en una fábrica, lleva su impresora Vulcan al lote donde se hará la construcción.

“Llevamos la fábrica a tu casa y la producimos en el lugar que ocupará la vivienda”, dijo el cofundador de ICON. “Elegimos este método para eliminar el costo del trasporte y tener más libertad de diseño”.

“Los beneficios de la automatización y la digitalización que explotan tantas otras industrias no habían sido aprovechados en el sector de la construcción”, manifestó Ballard.

“Las impresoras 3D son el sistema de automatización más poderoso que hay”.

F. AP News

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