Se evaluaron cuatro criterios para determinar las malas prácticas de fiscalías y procuraduría en el maquillaje de cifras.
Puebla es uno de los cinco estados con una de las calificaciones más bajas en el Índice de Confiabilidad de la Estadística Criminal (ICEC) 2020 de México Evalúa, lo que evidencia manipulación de datos, falta de capacitación y capacidades limitadas de investigación respecto a los homicidios registrados entre 2005 y 2019, mientras que Tlaxcala tuvo un nivel medio de confiabilidad.
De acuerdo con la segunda entrega anual del informe “Fallas de origen 2020”, la organización civil colocó a Puebla en el cuarto lugar nacional con una calificación de 6.90 de 10 puntos, una de las cinco peor evaluadas después de Tamaulipas, Tabasco y Guanajuato.
El puntaje se debe a que existe irregularidad estadística entre el registro de homicidios dolosos y culposos; al respecto, México Evalúa identificó que el número de homicidios culposos crece o disminuye cuando crece o disminuyen los homicidios dolosos, esta llamada “correlación” es una contradicción estadística y poco fiable.
Además, detectó que muchos homicidios dolosos se hacen pasar como homicidios culposos, a este efecto la organización la llama “término de error” o “incentivo”.
En contraparte, detectó calificaciones positivas en dos criterios: una diferencia menor entre los homicidios dolosos registrados por el Inegi según las actas de defunción y los reportados por el SESNSP; además de que se observa una tendencia a la baja de los homicidios desde hace 10 años.
Tlaxcala, lugar 20 a nivel nacional
Por su parte, Tlaxcala ocupó la posición 20 del ranking nacional con una calificación de 8.96, lo que la coloca con una nivel de confiabilidad medio.
De los cuatro criterios se observó que los homicidios culposos no evolucionaron de manera “normal” en los últimos 15 años; se observa un incremento sostenido de las cifras mensuales de homicidios y una fase irregular con 17 meses consecutivos con homicidios que rebasaron el techo medio.
Sin embargo, en tres criterios la entidad logró calificaciones confiables sobre la diferencia mínima entre el registro de homicidios del Inegi y el de la SESNSP, la correlación parcial entre homicidios culposos -lo que implica que no se reclasificaron- y una cifra estadísticamente “estable” de asesinatos.
México Evalúa documentó cómo la clasificación errónea, el subreporte y la reclasificación intencional de datos delictivos y el maquillaje de cifras entre 2005 y 2019 son reflejos indiscutibles de la debilidad institucional que vive el país, información aportada por las procuradurías y fiscalías estatales.