El luchador tlaxcalteca, con 13 años de carrera, es ahora una estrella en ascenso y la joven promesa del Consejo Mundial de Lucha Libre.
Desde pequeño admiraba los vuelos, lances y llaves que forman parte de la magia del ring; se entusiasmó con las películas de “El Santo contra las momias”, “las mujeres vampiro y los zombis”; ahora él está considerado como la joven promesa del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL) y una estrella en ascenso en la lucha profesional mexicana, se trata de “Templario”, “El Guerrero León”, originario del municipio de Calpulalpan, Tlaxcala, ubicado en la zona poniente del estado, colindante con el vecino Estado de México.
“Templario”, nació en el barrio más bravo de Calpulalpan, la Colonia Alfonso Espejel hace 29 años, es el primer tlaxcalteca que está en las filas del CMLL, lo que logró gracias a su disciplina, tenacidad, esfuerzo y sacrificios, así lo declaró en entrevista con Urbano Noticias.
Con la máscara bien puesta que permitía observar el brillo en su mirada al contarnos sobre su historia, Templario declaró que los sueños se cumplen, siempre y cuando: “uno le eche ganas y sea disciplinado”, pues fue así fue como llegó donde hoy está, con muchos planes a futuro arriba y abajo del ring.
El luchador tlaxcalteca lleva 13 años trabajando, de ellos, ocho como profesional y cinco perteneciendo al CMLL donde llegó bajo la tutela de su maestro el “Último Guerrero”. “Templario” empezó su carrera en Emiliano Zapata, después migró a Pachuca Hidalgo donde siguió formándose y actuó en la Arena Afición; de ahí brincó a la Arena México al CMLL donde estuvo entrenando con la leyenda de la lucha libre mexicana el “Último Guerrero” construyendo un estilo propio y puliendo su técnica, ese esfuerzo y dedicación lo han llevado a participar en giras importantes en Japón, Estados Unidos, y Canadá.
¿Cómo empieza el gusto por la lucha libre? ¿Es herencia de alguien de su familia o de dónde surge el interés?
– Soy el primero en mi familia que se dedica como tal a esto y me parece que el primero en Tlaxcala en llegar a Japón en lucha libre y también en llegar al CMLL. Esto nace desde muy pequeño; veía las películas de “El Santo contra las momias de Guanajuato”. Un tío veía esas películas las ponía en su funeraria y de ahí nace el amor por este deporte. Después amigos me llevaron con conocidos que practicaban el deporte y así se fue dando, toqué puertas con “Último Guerrero”, un luchador que es leyenda en el CMLL, y ahí de la mano entrando con él hice pruebas y ahora vamos a hacer cuatro años en la empresa y a corto tiempo he hecho muchas cosas y hemos estado disputando campeonatos en sitios estelares”.
“Templario” subraya que para lograr su meta ha tenido que ser disciplinado, no tiene vicios, no toma alcohol, no fuma, pero además en su vida personal ha sacrificado muchos momentos para lograr estar donde ahora se encuentra; ese tal vez ha sido uno de los precios que ha tenido que pagar por ver cumplidos sus sueños, menciona.
“Sí claro, el ser luchador depende de mucha disciplina estar entrenando a diario, yo tenía que viajar de Calpulalpan a la Ciudad de México quedándome allá con unos amigos. “Templario” no solo soy yo hay muchas personas que participaron y por su apoyo y oportunidades estoy donde estoy. Es difícil llevar la dieta y entrenar diario pero muy contento cuando los frutos de tanto esfuerzo se dan, con eso está la recompensa y la gente que cree en ti desde un principio se ve contenta y cada que hago presentaciones van a apoyarme”.
Actualmente por la pandemia los espectáculos a puerta cerrada y con presencia de grandes cantidades de personas han sido suspendidos por los riesgos de contagios de COVID 19, por lo que “Templario” únicamente ha actuado en el bando rudo, pero en funciones sin público y transmitidas en canales oficiales de YouTube y redes sociales.
Antes de la emergencia sanitaria actuaba como estelar en la Arena México, considerada la Catedral de la lucha libre mexicana, a la que le caben más de 16 mil espectadores, donde han debutado un sinfín de leyendas del pancracio desde su inauguración en el año 1956, no obstante, confía en que pronto las condiciones sanitarias mejoren para tener la reapertura total de espectáculos como la lucha libre.
Ha luchado en arenas de diferentes estados de la República como: Puebla, Guadalajara, Tijuana, y otros, compartiendo cartel con luchadores de la talla de “Negro Casas”, “Atlantis”, “Volador Junior”, “Místico”, “Último Guerrero”, entre muchos otros que recuerda haber visto de niño por televisión sin imaginarse que un día formaría parte de esos personajes a los que consideraba superhéroes.
¿Soñaba con vivir este momento?
-Lo soñaba y era bonito, porque ver a tus superhéroes en la televisión como “Místico”, “Último Guerrero”, y ahora estar intercambiando conocimientos con ellos, estar luchando y representar la lucha mexicana con ellos, es un sueño hecho realidad. Por eso les digo a mis amigos y a todos los jóvenes que siguen la carrera de “Templario” que no abandonen sus sueños porque los sueños sí se cumplen siempre y cuando uno le eche ganas y sea disciplinado.
Reconoció que tuvo que migrar a otras ciudades en búsqueda de una oportunidad, ya que en Tlaxcala no hay gimnasios especializados o profesionales para poder desarrollar sus talentos, motivo por el cual entre sus planes a corto plazo es establecer espacios en el estado para que las y los jóvenes puedan desarrollar sus capacidades sin tener que dejar a sus familias ni abandonar sus raíces; incluso, comentó que hay talento no solo en Calpulalpan, también en Apizaco, Tlaxcala y la mayoría de los municipios del estado.
Refirió que tiene un gimnasio en Calpulalpan donde está entrenando entre semana y brinda atención a jóvenes que muestran interés para poderlos acompañar en su formación, lo que, además agrega, ha servido para alejar a chicos de las drogas y la delincuencia.
“Recibí el mensaje de un joven, que la verdad me conmovió mucho, porque dice que había dejado el alcoholismo por mí, porque lo inspiré y eso es lo que me llena y me motiva para seguir echándole ganas; mucha gente me ve tatuado pero es mi gusto y eso es aparte pero soy una buena persona, también hago trabajo social ayudando a diferentes fundaciones que se dedican al cuidado y rescate de animales, tengo una fundación que se llama “Templario” y nos dedicamos a ayudar sin nada de intereses políticos”, remata.