Quienes reciben el biológico, generan anticuerpos artificiales; sin embargo, no se elimina el padecimiento de su organismo y por tanto, quienes son inoculados no deben “bajar la guardia”.
Puebla requeriría que se vacune, al menos, a 4.7 millones de habitantes –alrededor de 70% del total– para generar la denominada “inmunidad artificial” contra el COVID19, reveló el secretario de Salud, José Antonio Martínez García.
Al comparecer ante el Pleno del Congreso del Estado, recordó que aún no existe un medicamento que ataque directamente el virus en las personas portadoras y por tanto, la vacunación es la única esperanza para reducir la cantidad de contagios.
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Subrayó que quienes reciben el biológico, generan anticuerpos artificiales; sin embargo, no se elimina el padecimiento de su organismo y por tanto, quienes son inoculados no deben “bajar la guardia”.
Destacó que hasta este momento, como parte de la Estrategia Nacional de Vacunación contra el COVID19, Puebla ya recibió 21 mil 440 dosis, que incluyó todos los trabajadores de la primera línea de atención en clínicas y hospitales, entre ellos, los trabajadores de los hospitales privados más grandes y que reportan la mayor cantidad de pacientes.
Apuntó que también se incluye a personal considerado como administrativo, pero que realiza funciones como de limpieza, personal de ambulancia, manejador de alimentos y trabajadores sociales.
Reconoció que hasta ahora, su dependencia no tiene conocimiento de una fecha para comenzar con la vacunación de adultos mayores, que serían el primer sector de la población general en ser inoculados y destacó que la medida está en manos del gobierno federal.
En ese contexto, José Antonio Martínez García resaltó durante la segunda quincena de diciembre de 2020, Puebla comenzó a experimentar un rebrote de casos de coronavirus, cuyos efectos se observan hasta hoy.
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El titular de la Secretaría de Salud refirió que el incremento en los contagios provocó una ocupación hospitalaria de 80% en las camas de atención general y de 52% en los espacios para pacientes intubados.
Resaltó que sí existen proyecciones de los momentos en que la enfermedad debería comenzar a ceder nuevamente, pero su cumplimiento está sujeto al comportamiento de los poblanos y a su respuesta a los decretos estatales.
También, comentó, está sujeto a la cantidad de habitantes que sigan estrictamente las medidas sanitarias, como el uso de cubrebocas y mascarillas faciales, el lavado constante de manos y el uso de gel antibacterial.
En ese marco, destacó que el uso del cubrebocas impactó en la transmisión del virus influenza y en el periodo de frío 7 que comenzó en noviembre de 2020 y terminará en febrero de este año, sólo se han registrado tres pacientes con influenza tipo B.
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