El confinamiento provoca una baja en delitos patrimoniales e incluso en secuestro.
De acuerdo al reporte del Semáforo Delictivo, al cierre del 2020 la mayoría de los delitos bajaron. Robo a casa se redujo 23%, robo de vehículo 22% y robo a negocio 19%. Las lesiones dolosas, provocadas en gran parte por riñas entre hombres jóvenes, disminuyeron 13% y la violación 5%.Estas reducciones son extraordinarias y se deben principalmente al confinamiento por la pandemia. Más relevante es que algunos delitos de alto impacto, de crimen organizado, como secuestro y extorsión también bajaron. La extorsión disminuyó 9% y el secuestro 38%.
“Son buenas noticias, sin duda, pero se deben a las consecuencias del confinamiento y la consecuente reducción de oportunidad para cometer delitos. No en todos los casos, si se revisan las gráficas, veremos que algunos delitos venían a la baja antes del confinamiento y eso habla bien de algunos estados y municipios”, informó Santiago Roel, director del Semáforo Delictivo.
Sin embargo, por el otro lado, el confinamiento provocó un alza en la violencia familiar de 5%. Abril muestra una reducción, pero rápidamente repunta al rojo y en los siguientes meses, incluso, se supera el año anterior. “Es importante entender que aunque las violaciones en general bajaron, se incrementó la violación a menores de edad. Esa violación se da en casa y los violadores suelen ser parientes cercanos como el tío o el padrastro, o conocidos y vecinos de la familia”, dijo Roel.
El feminicidio, una manifestación extrema de la violencia familiar, no tuvo incremento, pero se mantuvo en rojo todo el año. Bajó en abril y mayo al amarillo, pero al igual que la violencia familiar regresó a los rojos en el resto del año.
En el 2021 esta tendencia al alza en la violencia doméstica y la violación a menores de edad va a continuar, por lo que debemos estar alertas y fortalecer las campañas preventivas por medio del DIF, el Instituto de la Mujer, las áreas preventivas y por la sociedad en general. “Por lo mismo, hacemos un llamado para entender el fenómeno, detectarlo a tiempo y prevenirlo. La información y la acción oportuna es la mejor manera de reducir estos delitos”, declaró el director del Semáforo Delictivo.
El homicidio se mantuvo casi en rojo todo el año, con una reducción ligera de 2% y un total de 34,515 víctimas. Febrero, septiembre, noviembre y diciembre marcaron amarillo en el Semáforo Delictivo, ligeramente por debajo de la media histórica, pero el resto de los meses fue en rojo.
México tiene una tasa de 28 homicidios por cada 100 mil habitantes, casi 5 veces superior a la tasa mundial de 6 homicidios por cada 100 mil habitantes. “Debemos recordar que cerca del 80% de esos homicidios son ejecuciones de narcotráfico. Ese es el reto que el gobierno federal prometió resolver y que no ha logrado. Seguimos siendo uno de los países con peores resultados e imagen. Las víctimas no sólo son narco-menudistas, sino policías, periodistas, funcionarios públicos y ciudadanos inocentes”, declaró el directivo.
Los estados con tasas peores de homicidio son: Baja California con 73, Colima 72, Chihuahua 61, Guanajuato 57 y Zacatecas con 40. Los estados con las mejores tasas son Yucatán 2.4, Aguascalientes 5.5, Coahuila 6.4 y Baja California Sur con 7.7.
“Generalmente, donde tenemos mayores tasas de homicidio es donde existe una rivalidad entre mafias de drogas. En cambio, los estados con menores tasas es donde un solo grupo domina el territorio”, describe Roel. En 2020, diez estados tuvieron incremento en homicidio. Los casos más extremos son Yucatán con 58% de alza, Zacatecas 55%, San Luis Potosí 37%, Sonora 25%, Guanajuato 21% y Michoacán 20%. Es de notarse que, aunque Yucatán tiene la tasa más baja de homicidios en el país, comparable incluso a tasas europeas, tuvo el mayor aumento. Eso significa que ningún estado está exento del riesgo y que la suerte de estados puede cambiar en cualquier momento.
“Para este 2021 nos preocupa la reducción de presupuesto en seguridad a los gobiernos estatales y municipales, y la incapacidad de la administración federal para atacar la verdadera causa del homicidio. Lo único que puede reducirlo es la regulación de drogas, como estrategia para debilitarlos económicamente, de raíz, promesa que no han cumplido y que se ve difícil de cumplir en este año electoral por lo controvertido del tema. Igualmente, nos preocupa que la militarización de México va en aumento y se extiende no sólo a seguridad pública a muchas áreas administrativas”, finalizó Santiago Roel.
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