Un estudio se demuestra que todos estos comportaminetos son importantes para predecir el bienestar o sufrimiento en adultos jóvenes.
Según un estudio, publicado en Frontiers in Psychology, el sueño de calidad, hacer ejercicio y comer más frutas y verduras crudas predice una mejor salud mental y bienestar en los adultos jóvenes.
Método
Se trata de un estudio transversal, los datos salen de una encuesta sobre la calidad y cantidad del sueño, actividad física, consumo de frutas y verduras crudas y procesadas. Además se recogieron otros datos: demográficos, estatus socioeconómico, índice de masa corporal, consumo de alcohol, hábito de fumar, condiciones de salud y medidas de síntomas de depresión y bienestar. Del estudio participaron 1,111 adultos jóvenes de Nueva Zelanda y Estados Unidos.
Resultados
La calidad del sueño, en lugar de la cantidad de sueño, fue el predictor más fuerte de la salud mental y el bienestar, explica Shay-Ruby Wickham, autora principal del estudio.
Aunque sí se observó una asociación entre los síntomas depresivos más altos, un menor bienestar y dormir muy poco o demasiado (menos de 8 horas o más de 12 horas), la calidad del sueño fue un elemento de mayor peso para la predicción de la salud mental y el bienestar.
Los adultos jóvenes que durmieron 9.7 horas por noche mostraron menos síntomas depresivos y mayor sensación de bienestar que aquellos que durmieron 8 horas por noche.
Según explica la autora, estos datos indican que para mejorar la salud mental y el bienestar de los adultos jóvenes, deben promoverse tanto la calidad como la cantidad del sueño como medios para mejorar.
Por otro lado, los adultos jóvenes que consumieron 4.8 porciones de frutas y verduras crudas por día tenían un bienestar más alto. Los que comieron menos de dos porciones y también más de ocho porciones, reportaron una menor sensación de bienestar.
“El sueño, la actividad física y una dieta saludable pueden considerarse tres pilares de la salud, que podrían contribuir a promover un bienestar óptimo entre los adultos jóvenes, una población donde la prevalencia de trastornos mentales es alta y el bienestar es subóptimo”, Dice la Sra. Wickham.
Estos comportamientos de salud han sido examinados separadamente en estudios anteriores, pero en este estudio se demuestra que todo ellos son importantes para predecir el bienestar o sufrimiento en adultos jóvenes, dijo la autora y profesora adjunta Tamlin Conner, del Departamento de Psicología. Aclara la autora que, ya que no se manipuló el sueño, la actividad física ni la dieta para poder ver sus efectos en la salud mental y el bienestar, este estudio es solamente correlacional, pero la investigación sugiere que una intervención de ‘salud integral’ que priorice tanto el sueño como el ejercicio y la ingesta de frutas y verduras crudas, deberían ser el siguiente paso en la investigación, agregó la autora.