Laura Natalia Fernández Cedi cuenta con una destacada experiencia en proyectos relacionados con la calidad y la seguridad de los alimentos.


Laura Natalia Fernández Cedi, egresada 2010 de la Licenciatura en Ingeniería en Alimentos por la Universidad de las Américas Puebla, actualmente es gerente de calidad en el equipo internacional del grupo REWE International AG, empresa alemana en la que asume la responsabilidad de brindar a los consumidores productos seguros y de la más alta calidad, intentando disminuir el impacto medioambiental a través de políticas de reducción de plástico en los empaques o el aprovisionamiento local de productos, siempre respetando los reglamentos de calidad europeos e internacionales.

“Soy gerente de calidad en el equipo internacional del grupo REWE International AG, una empresa alemana del sector de venta al por menor con supermercados en Alemania, Austria, Italia, Hungría, República Checa, Eslovaquia, Bulgaria, Rumania, Ucrania, Lituania y Rusia.

Las oficinas en las que trabajo están en Austria”, mencionó Laura Natalia Fernández, quien además explicó que sus actividades en esta empresa son principalmente: garantizar la calidad e inocuidad de los productos de la marca propia vendidos en los países de Europa del este mediante la evaluación de productos y proveedores en el cumplimiento de normas internas, reglamentos nacionales y europeos y estándares internacionales como BRC, IFS o FSSC 22000; evaluar a todos los países donde sus tiendas están presentes; apoyar al departamento de gestión de crisis en el proceso de retirada de productos; y escribir instrucciones y capacitar a los colegas de los países de Europa del este para asegurar el cumplimiento de las normas y procesos de la empresa.

Al cuestionarle sobre la importancia de su trabajo, la egresada de la UDLAP comentó que reside en asegurarse que la cadena de suministro esté segura siempre, aunque destacó que en los tiempos de pandemia por los que actualmente estamos pasando, el mayor desafío de los minoristas es asegurar el suministro de alimentos a toda la población, pues ante la incertidumbre, la gente tiende a sobre abastecerse.

“Lo difícil este año ha sido buscar alternativas para asegurar la calidad de los alimentos cuando no es posible viajar y auditar a los proveedores o a los departamentos de calidad de los países en donde están nuestras tiendas. La comunicación y el uso de medios digitales han sido clave en este tiempo”, mencionó.

Laura Natalia Fernández Cedi cuenta con una destacada experiencia en proyectos relacionados con la calidad y la seguridad de los alimentos, prueba de ello es que participó como consultora en la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) en donde tuvo la oportunidad de trabajar en diferentes proyectos interesantes. “Apoyé en el desarrollo, la ejecución y la supervisión de principalmente cinco proyectos en África y Asia. Nuestro objetivo era prestar apoyo a los pequeños productores para que entraran en el mercado internacional mediante la obtención de normas internacionales de seguridad alimentaria como la certificación ISO 22000 así como normas de sostenibilidad como Fair Trade.

El último proyecto en el que trabajé fue en Tanzania, que buscaba ayudar a los elaboradores de productos hortícolas a proporcionar productos de alta calidad a los sectores del turismo y a los supermercados del país mediante la aplicación y el mejoramiento de sus sistemas de calidad y la obtención de la certificación de sus procesos.

Tuve la suerte de ir a Tanzania y visitar las fábricas de producción y procesamiento de productos, hablar con la gente y observar de primera mano las ventajas que una certificación internacional ofrecía a los pequeños productores”, explicó Fernández Cedi. Otro ejemplo de lo anterior fue su colaboración en la Agencia Internacional de Energía Atómica. “Como parte de mi maestría busqué la oportunidad de hacer mis prácticas en la ONUDI, pues en el departamento de infraestructura de calidad y comercio de la organización había un equipo que implementaba proyectos sobre signos de calidad, en específico indicaciones geográficas.

Al terminar las prácticas en ONUDI, mandé una solicitud a otra organización internacional también presente en Viena, la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA), y el laboratorio de alimentos y protección al ambiente me ofreció trabajar por un año como practicante.

Ahí participé en un proyecto de investigación para la diferenciación de miel de diversos orígenes florales y geográficos mediante la utilización de la cromatografía líquida de ultra resolución-espectrometría de masas de tiempo de vuelo cuadrupolar. Como practicante, mi trabajo consistía sobre todo en preparar las muestras y revisar bibliografía. Sólo estuve ahí cuatro meses, pues después me llamaron de la ONUDI y me ofrecieron un puesto como consultora. Sin embargo, y aunque fue poco tiempo, fue una experiencia enriquecedora que quedó plasmada en un artículo que se publicó en el Journal of Food Control”.

Finalmente, Laura Natalia Fernández Cedi, egresada 2010 de la UDLAP, habló sobre la importancia o el papel que desempeña hoy en día la ingeniería en alimentos. “Un ingenier@ en alimentos puede diseñar procesos de producción de alimentos, incrementar el tiempo de vida de un producto mejorando las técnicas de conservación, garantizar la calidad de un producto realizando controles, crear nuevas y mejores formulaciones haciendo investigación en un laboratorio, conseguir la certificación de una empresa de acuerdo con estándares nacionales o internacionales, participar en proyectos de mejora de optimización de materias primas para fomentar el cuidado al medio ambiente, ser docente y educar a nuevos ingenieros en alimentos. Sin duda, en una vida normal o en tiempos de pandemia, se necesitan ingenier@s en alimentos”.

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