Esa enfermedad aparecía comúnmente a partir de los 50 años, ahora se han presentado casos en población de 45 años de edad.
La falta de cultura en medicina preventiva entre la población masculina, aunado a mitos y prejuicios machistas respecto a los procedimientos de detección, son los principales factores de que vaya en aumento el número de casos de cáncer de próstata, pero además de las defunciones por esa causa.
El cáncer de próstata se mantiene como una de las principales causas de muerte entre la población varonil mexicana, y la más recurrente entre hombres de edad avanzada, con base a estadísticas del sector salud en México un promedio de 7 mil hombres mueren al año por este padecimiento.
En Tlaxcala, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en su registro de mortalidad, reportó que de 2017 a 2019 un total de 151 hombres han fallecido por cáncer de próstata, siendo el año 2019 el que más decesos por esa causa presentó con 61, mientras que en el 2018 hubo 46, y en el 2017 se registraron 44, lo que significa que año con año la cifra va en aumento a pesar de las acciones preventivas que han impulsado las Secretarías de Salud federal y estatal.
La Secretaría de Salud Federal puntualiza que este padecimiento aparecía comúnmente a partir de los 50 años, o bien en ese rango de edad se registraba un alto índice de riesgo de padecerla, pero ahora se han registrado casos en hombres más jóvenes de hasta 45 años de edad, de ahí la importancia de que los hombres después de los 40 años se realicen prueba del antígeno prostático a través de una muestra de sangre.
Al respecto, los datos del INEGI dan cuenta que en Tlaxcala en los últimos tres años se han registrado decesos de hombres por cáncer de próstata en el rango de edad de 45 a 49 años (uno en el año 2019), aunque la mayoría de las defunciones por esa causa se ha registrado entre la población de 85 años y más con 39 casos, en tanto en el grupo de edad de 80 a 84 años registraron 27 defunciones, y en el de 75 a 79 años hubo 25 muertes por cáncer de próstata.
Los síntomas en etapas avanzadas se pueden notar con problemas urinarios como: flujo de orina débil o interrumpido, ganas reiteradas y dificultad para orinar y vaciar la vejiga por completo, dolor y ardor al evacuar.
Pero además registran dificultades para tener una erección, presencia de sangre en orina y semen, por lo que deben acudir al médico de manera inmediata.
“El cáncer en etapa 1 y 2 se tratan con cirugía que consiste en quitar la próstata y los ganglios linfáticos de la pelvis. En etapas avanzadas se aplica radioterapia local y bloqueo hormonal para detener la producción de andrógenos, precisa la SSA.