En el marco del 25 de noviembre se realizó una marcha y concentración en Tlaxcala para exigir justicia para las mujeres violentadas.


Han pasado dos meses y 15 días desde que Rosa María Muñoz vio a su hija Daniela por última vez, a partir del 13 de septiembre de 2020 su vida y la del resto de su familia cambió, días y noches han ocupado para tener pistas del paradero de su hija de 25 de años, pero los esfuerzos han sido en vano nadie sabe nada, nadie dice nada.

Han tocado las puertas de la autoridad estatal y federal sin tener ningún avance, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) que encabeza José Antonio Aquiahuatl Sánchez no ha ido más allá de la detención de Álvaro Daniel principal sospechoso de la desaparición de la joven que el 15 de septiembre firmaría su plaza como docente pero que por decisión de alguien más no pudo concretar.

En el marco del 25 de noviembre, “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer” diferentes colectivos de mujeres feministas, académicas y activistas, salieron a las calles de la capital tlaxcalteca para exigir justicia, respeto y el regreso a sus hogares de las mujeres y niñas tlaxcaltecas que han sido localizadas, de aquellas que fueron desprotegidas por las autoridades y que siguen siendo buscadas por sus madres y familiares, y que cada día se prometen que seguirán “¡hasta encontrarte!”.

La caminata de este 25N estuvo especialmente acompañada por la señora Rosa María Muñoz, quien reclamó con voz entrecortada por el llanto, pero firme por el coraje de no saber nada de Daniela, exigió -a todo pulmón- justicia y que le digan dónde está su hija.

Esos gritos retumbaron no solo en los corazones de las participantes de la marcha, sino en el centro mismo del Palacio de Gobierno y debió haber cimbrado los cristales de todos los edificios aledaños al centro histórico, y sí no fue así, la esperanza en la ciudadanía está en riesgo.

Al tomar el altavoz, la madre de Daniela suplicó por volver a ver a su hija, y defendió su derecho a saber dónde está, qué pasó con ella, por qué no regresó a su hogar.

“Lo único que pido es que se haga justicia para encontrar a mi hija, ya van dos meses con 15 días y no han podido realizar nada las autoridades de aquí de Tlaxcala, no han hecho nada, este señor Álvaro Daniel (principal sospechoso de la desaparición de Daniela, quien se encuentra detenido) ya está en el Cereso, pero según él se reserva su derecho de no decir dónde está mi hija, pero así como él tiene derecho de no hablar yo tengo derecho de saber dónde está mi hija, dónde me la dejó, por favor autoridades pónganse en mis zapatos qué pasaría si fuera su hija, su hermana, su madre”, dijo fuerte y claro.

Incluso reprochó que las autoridades únicamente se muestren dispuestas a reaccionar cuando se trata de delitos cometidos en contra de personajes políticos, en referencia al asalto y agresión que sufrió la presidenta municipal de Tlaxcala, Anabell Ávalos Zempoalteca, en su hogar donde se encontraba con 16 integrantes de su cabildo y funcionarios municipales, a quienes les robaron lo más preciado su teléfonos celulares.

“Por ejemplo, asaltaron a la presidenta y luego, luego, estuvieron peritos, estuvieron de la fiscalía y recuperaron dinero y celulares, eso vale más que la vida de mi hija”, recriminó Rosa María Muñoz.

Con las manos sobre el pecho, como tratando de aliviarse ella misma el dolor en su corazón, con los ojos cerrados, pero el semblante firme y fuerte a pesar de las muchas lágrimas que ya ha derramado por Daniela, reprochó a las autoridades de Tlaxcala que tengan más valor las cosas materiales que la vida de las mujeres, y que solo estén dispuestos a accionar cuando se trata de figuras públicas y familiares de altos mandos.

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