“Las instalaciones son pequeñas, no hay buena ventilación y les falta personal, lo que impide tener guardias en el refugio”.


La organización Equis Justicia para las Mujeres documentó que durante la contingencia sanitaria, el Centro de Justicia para las Mujeres de Tlaxcala limitó el acceso a los servicios, acortando los horarios de atención o condicionando la atención a requisitos como el acompañamiento de activistas, contar con una denuncia o, en algunos casos, sufrir un hecho de violencia extrema, lo que restringió el acceso de las mujeres a la justicia.

La organización reporta un caso en el que una usuaria, Fátima, intentó acceder al Cejum de Tlaxcala y lo encontró cerrado.

“Fátima acudió dos veces, en el transcurso de un mes, al Centro de Justicia para las Mujeres. La segunda ocasión, después de una confrontación que tuvo con su expareja, la policía municipal notó que Fátima estaba golpeada y la llevó al DIF municipal, donde la remitieron al Cejum.

Ella relata que llegó un sábado aproximadamente a las 15:30 de la tarde y ya estaba cerrado, así que tuvo que regresar al día siguiente.” El informe “Violencia en espera de atención: los centros de justicia para las mujeres frente a la crisis de Covid-19”, evalúa las acciones para atender a las usuarias durante la crisis sanitaria en los Cejum de Mérida, Coahuila, Oaxaca y Tlaxcala. Elaborado por Equis Justicia para las Mujeres y el Observatorio Ciudadano de los Centros de Justicia para Mujeres, el informe se basa en datos recopilados en las páginas de transparencia, entrevistas y monitoreo de fuentes para valorar el desempeño de las instituciones dedicadas a la atención, prevención, sanción y erradicación de la violencia, actividades clasificadas como esenciales y prioritarias durante la contingencia.

Refiere que una de las consecuencias de la crisis causada por la enfermedad Covid-19 ha sido el aumento de la violencia contra las mujeres, reflejado en el incremento de las llamadas de emergencia y en las tasas de incidencia de delitos contra ellas.

En Tlaxcala, el servicio de emergencia 911 recibió 278 llamadas relacionadas con incidentes de violencia contra la mujer en septiembre, lo que equivale a 9.2 llamadas diarias por presuntos delitos o agresiones hacia este sector de la población. De acuerdo al informe del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp), en el periodo enero – septiembre suman 4 mil 29 llamadas de emergencia por violencia de género en la entidad, de los cuales, ocho de cada 10 son por violencia familiar, violencia de pareja y violencia contra la mujer.

La situación del Cejum en Tlaxcala es ambivalente. Mientras una de las entrevistadas, Carmen, pudo acudir al Cejum sin ningún problema donde la atendieron, entrevistaron y determinaron emitir una orden de protección; Fátima tuvo que ir en repetidas ocasiones a buscar atención y no fue hasta que tuvo lesiones múltiples y visibles que tomaron su denuncia y le proporcionaron una orden de protección.

En cuanto a la labor del Cejum se observó que una vez que fueron atendidas, ambas mujeres se sintieron escuchadas y protegidas, pues al encontrarse en riesgo les fueron proporcionadas órdenes de protección que garantizaron su seguridad. Sin embargo, “resulta preocupante ver que antes de acceder a estos servicios una de ellas quedó en estado de indefensión y la falta de atención del Cejum vulneró su derecho al acceso a la justicia.”

Equis además encontró que las usuarias reciben mayor y mejor acceso a los servicios cuando van acompañadas por organizaciones civiles, los que “deja en desprotección a las que no tienen este recurso”.

En el caso de Tlaxcala, el acompañamiento es la pieza que determina recibir o no una atención de calidad, las personas deben tener un escrito o ser acompañadas por una activista para acceder a los servicios del Cejum durante la pandemia.

Sobre las medidas implementadas de prevención y mitigación de contagio de la enfermedad Covid-19, Equis encontró que Tlaxcala cumple con tres de los seis criterios evaluados: no toma la temperatura, sanitiza instalaciones cada 15 días y no cuenta con cabinas sanitizadas para personas. En cambio, si usa equipo de bioseguridad, cuenta con gel antibacterial y restringe el uso de espacios públicos.

Una de las trabajadoras reconoció que han enfrentado limitaciones durante la crisis por la Covid-19; en específico, “la entrevistada reconoció que las instalaciones son pequeñas, no hay buena ventilación y les falta personal, lo que impide tener guardias en el refugio.”

En general, Equis Justicia concluye que los Cejum de los cuatro estados no han dejado de atender a mujeres durante la contingencia sanitaria a través de medios virtuales o no necesariamente presenciales.

Por último, propone el acceso a la atención y justicia para todas las mujeres sin condicionamientos, publicar en sus páginas web información clara y precisa, observar buenas prácticas sanitarias y prestar servicios adaptados a la nueva normalidad, sobre todo, garantizar el acceso a mujeres y niñas que acudan sin condicionamientos.

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