El gobernador de Campeche, Carlos Miguel Aysa, ya había adelantado el jueves que aunque les dieran la luz verde, no se iban a reanudar las clases presenciales.
El estado de Campeche se convirtió el viernes en la primera entidad de México que puede levantar las alertas por el coronavirus tras recibir el “semáforo verde” de riesgo epidémico, la señal que indica que se pueden reanudar ya todas las actividades.
Según explicó el subsecretario de Salud Hugo López-Gatell, vocero del gobierno federal para la pandemia, la medida fue posible porque este estado lleva 12 semanas con un retroceso de los casos, pero subrayó que es “importante mantener la prudencia” y se pronunció por no reabrir todavía las escuelas.
“Sería más prudente esperar, no apresurar la apertura de los recintos escolares porque estamos empezando la temporada de influenza”, indicó. La vuelta a la escuela es el principal indicador del “semáforo verde”, el más laxo de los cuatro colores de alerta epidemiológica implementados en el país, pero las autoridades educativas están siendo muy cautelosas al respecto y han indicado que las clases a distancia se mantendrán, aun en verde, y que los padres podrán decidir si mandar a sus hijos a las escuelas o no, aunque ya estén abiertas.
De hecho, el gobernador de Campeche, Carlos Miguel Aysa, ya había adelantado el jueves que aunque les dieran la luz verde, no se iban a reanudar las clases presenciales. “En mi administración no se gobierna con impulsos ni ocurrencias, ni mucho menos se experimenta con la salud de la población”, dijo, y agregó que el regreso a las actividades cotidianas en todos los sectores seguiría siendo gradual.
Campeche, situado en el sur del Golfo de México, es uno de los estados menos poblados de la república, con menos de un millón de habitantes, y los casos confirmados no han llegado a 6.000, con poco más de 800 decesos. En términos nacionales, los datos siguen siendo alentadores, según López-Gatell.
Ya no quedan estados con semáforo en rojo, pero la mayoría siguen en naranja, aunque 27 de las 32 entidades han mantenido un patrón de descenso de casos en las últimas 3 semanas.
Sólo en dos regiones, Durango (en el noroeste) y Querétaro (centro), la epidemia sigue creciendo, mientras que en la Ciudad de México y en Jalisco está en una fase de meseta; es decir, de cierta estabilización.
México supera ya los 720.800 contagios confirmados con al menos 75.844 muertos por COVID-19, aunque las cifras reales pueden ser mayores porque una de las principales críticas que se ha hecho al país es que hace pocas pruebas de detección.