Bertha y los suyos se quedan, sin importar el resultado del sondeo que organizará el Instituto Nacional Electoral (INE), al frente del Consejo Nacional, al menos hasta noviembre del año 2021.
Quienes vean como una rendición de plaza la declinación de Bertha Elena Luján Uranga a participar en el proceso de selección, por encuestas, de la próxima dirigencia del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), se están equivocando.
Desde dentro de su grupo saben que la instrucción de que se bajará de esa contienda -que hoy tiene a 105 aspirantes inscritos- vino desde Palacio Nacional. Bertha y los suyos se quedan, sin importar el resultado del sondeo que organizará el Instituto Nacional Electoral (INE), al frente del Consejo Nacional, al menos hasta noviembre del año 2021.
Desde ahí, seguirán disputando y rebatiendo las decisiones en su partido a quien será -sin duda- el próximo presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN): Mario Delgado Carrillo.
En términos estatutarios, ese Consejo, que seguirá presidiendo Luján, puede cambiarle de un plumazo, por ser un órgano colegiado superior, las decisiones al CEN. Así de sencillo.
Vale la pena rescatar de la memoria reciente que, precisamente a golpe de modificarle las decisiones al CEN, es como el Consejo Nacional y los berthistas, autodenominados como “los puros de Morena”, consiguieron tumbar de la presidencia partidista a Yeidckol Polevnsky Gurwitz, quien desde su exilio en Jalisco, se inscribió para disputar el cargo, pero sin ninguna posibilidad.
Los “puros” -aquellos que reclaman la limpieza de su militancia, pues nunca antes estuvieron en otro movimiento que no fuera encabezado Andrés Manuel López Obrador- van a seguir jaloneándose las definiciones, con mucho margen para el éxito, con la nueva presidencia del CEN que resulte de las encuestas que se levantarán del 26 de septiembre al 2 de octubre. Principalmente, aquellas que tengan que ver con las candidaturas.
Pocos lo tienen claro, pero hay ya una Comisión de Elecciones, que se estrenó con el proceso de Hidalgo, que está en marcha y tiene cita en las urnas el próximo 18 de octubre. Ese órgano depende directamente del Consejo Nacional, que controlan Bertha y su grupo.
En términos llanos, quién piense que con la inexorable llegada de Mario Delgado a la presidencia del CEN se acabaron los conflictos, anda muy errado. El disenso parece ser el sino del morenismo.